Texto 2, de Victorino Zecchetto
“Esas cosas llamadas signos”, de Victorino Zecchetto
El libro aborda la importancia de los signos en nuestras vidas y cómo estos
influyen en la percepción y comprensión del mundo que nos rodea. os
signos son elementos fundamentales de la comunicación, y su estudio nos
permite entender mejor cómo se construyen las relaciones sociales y
culturales.
Zecchetto explora diferentes tipos de signos, desde los más simples y
básicos, como los gestos y las palabras, hasta los más complejos, como los
símbolos culturales y las metáforas. A través de una serie de ensayos, el
autor también reflexiona sobre el papel de los signos en la literatura, el arte,
la política y la religión, y cómo estos pueden ser utilizados para manipular y
controlar a las personas.
1. ¿Qué ciencia estudiaba los signos antes de la aparición de la
semiología? ¿Cuál es la relación entre los signos y esta ciencia?
Antes de la aparición de la semiología, la ciencia que se ocupaba del estudio
de los signos era la semiótica, un término que fue utilizado por primera vez
por el filósofo inglés John Locke en el siglo XVII. La semiótica, que también
es conocida como teoría de los signos, se ocupa del estudio de los signos en
general y de su papel en la comunicación y el conocimiento humano.
A partir de los trabajos de Saussure, se desarrolló la semiología, una
disciplina que se ocupa del estudio específico de los signos lingüísticos. La
semiología es considerada como una rama de la semiótica y fue
desarrollada principalmente por el lingüista y semiólogo francés Roland
Barthes. La relación entre los signos y la semiótica o la semiología es
estrecha, ya que ambas disciplinas se centran en el análisis y comprensión
de los signos y su papel en la comunicación y la sociedad.
2. ¿Por qué, según Zecchetto, los signos permiten interpretar el mundo?
Los signos son elementos fundamentales en la interpretación y comprensión
del mundo que nos rodea, ya que permiten la comunicación entre las
personas y la creación de significado compartido. Los signos no solo son
instrumentos de comunicación, sino que también son una fuente de
conocimiento, ya que nos permiten categorizar, clasificar y representar el
mundo que nos rodea. Los signos nos permiten identificar objetos,
situaciones y relaciones, y nos ayudan a comprender mejor la realidad en la
que vivimos. Considera que los signos tienen un carácter polisémico, es
decir, que pueden tener múltiples significados y ser interpretados de
diferentes maneras. Esta característica de los signos amplía nuestra
comprensión del mundo y nos permite acceder a diferentes niveles de
significado. Los signos permiten interpretar el mundo porque son una
herramienta esencial en la comunicación y la construcción de significado
compartido, y nos permiten categorizar, clasificar y representar la realidad
de manera más eficiente y efectiva.
3. ¿Cuál es la definición clásica de signo? ¿cuáles son sus tres
características básicas?
La definición clásica de signo proviene de Peirce, quien definió un signo
como "cualquier cosa que esté de tal manera relacionada con una segunda
cosa, llamada su objeto, que pueda determinar una mente, en alguna
medida, hacia la presencia de ese objeto".
Según Peirce, los signos tienen tres características básicas:
Representatividad o referencialidad: los signos se refieren a algo que
no son ellos mismos, es decir, tienen un objeto al que hacen referencia. Por
ejemplo, la palabra "perro" es un signo que se refiere a un animal
específico.
Objeto: los signos tienen un objeto al que hacen referencia, es decir, algo
en el mundo real que existe independientemente del signo. Por ejemplo, el
objeto al que se refiere la palabra "perro" es el animal real.
Interpretante: los signos son interpretados por una mente o una
comunidad de mentes, lo que significa que tienen un efecto sobre el
pensamiento o la conducta de las personas que los perciben. El
interpretante es la idea o el concepto que el signo evoca en la mente del
intérprete. Por ejemplo, cuando escuchamos la palabra "perro", evocamos
una imagen mental del animal al que se refiere el signo.
4. Presten atención a los dos enfoques sobre el signo explicados por
Zecchetto y a las principales características de cada postura.
Según Zecchetto, existen dos enfoques fundamentales sobre el signo: el
enfoque saussureano y el enfoque peirceano. Cada uno de ellos tiene
características y planteamientos distintos.
El enfoque saussureano se centra en el lenguaje y la lingüística, y
considera que el signo está compuesto por dos elementos: el significante y
el significado. El significante es la parte material del signo, como las
palabras o los sonidos, mientras que el significado es la idea o concepto que
representa el signo. Para Saussure, la relación entre el significante y el
significado es arbitraria y convencional, es decir, no existe una conexión
natural entre ambos. Además, considera que el significado se establece a
través de la diferencia con otros significados. De esta manera, el enfoque
saussureano es estructural y sincrónico.
El enfoque peirceano se centra en la relación entre el signo y el objeto al
que se refiere. Según Peirce, el signo tiene tres elementos: el objeto, el
representamen y el interpretante.
a. el objeto es la cosa real a la que se refiere el signo,
b. el representamen es la forma material del signo (por ejemplo, una
palabra),
c. el interpretante es la idea o concepto que el signo evoca en la mente
del intérprete. Para Peirce, la relación entre el signo y el objeto es
fundamental y no es arbitraria, sino que se basa en una conexión
natural entre ambos. Además, el enfoque peirceano es evolutivo y
diacrónico, ya que considera que los signos evolucionan y cambian a
lo largo del tiempo.
(EEZ) El sujeto de la enunciación de María Isabel Filinich.pdf
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