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Ficha de la cátedra: Teoría psicoanalítica escuela francesa - FHAyCS-UADER
Edipo y legalidad en la estructura subjetiva
1
Alberto Uboldi
Lacan en sus primeros seminarios retoma la línea freudiana respecto a la regulación de lo pulsional
y la posibilidad de sociabilidad del sujeto. En esa época de su enseñanza articula el lugar del padre en el
Edipo como lugar de la ley a partir de la operación de castración. Pero en el transcurso de su enseñanza va
a cuestionar al padre freudiano formulando sus diferencias. Es importante aclarar que si bien tanto Freud
como Lacan se refieren a “El padre” y La madre, están hablando de funciones y no de una persona ni de
un género en particular, esto aparece con mayor claridad en Lacan.
En el texto La familia
2
de 1938, Lacan va a definirla como una institución cultural que “(…) introduce
una nueva dimensión en la realidad social y en la vida psíquica (…) la familia gobierna los procesos
fundamentales del desarrollo psíquico.
3
Retoma allí los fundamentos del complejo de Edipo freudiano y
plasma la mirada que tiene en ese momento sobre la familia, sobre el padre y su articulación con el
complejo de Edipo: en el seno de la estructura familiar se constituye el sujeto. En un fragmento al final del
capítulo 1, menciona estos conceptos que han sido retomados en la actualidad por diversos autores:
Pero no somos de aquéllos que lamentan un supuesto debilitamiento del vínculo familiar. ¿No
es acaso significativo que la familia se haya reducido a su grupo biológico a medida que
integraba los más altos progresos culturales? Un gran número de efectos psicológicos (…) están
referidos, en nuestra opinión, a una declinación social de la imago paterna. Declinación
condicionada por el retorno al individuo de efectos extremos del progreso social, declinación
que se observa principalmente en la actualidad en las colectividades más alteradas por estos
efectos: concentración económica, catástrofes políticas (…) Cualquiera que sea el futuro, esta
declinación constituye una crisis psicológica. Quizás la aparición misma del psicoanálisis debe
relacionarse con esta crisis.
4
En los años ´30 Lacan describe una declinación social de la imago paterna, lo que constituye una
“crisis psicológica” y asocia esta declinación al retorno de los efectos extremos del progreso social sobre los
individuos, efectos que refiere a la concentración económica y las catástrofes políticas. La imago sería la
representación inconsciente del complejo
5
. Esta declinación de la imago paterna produce una crisis a la que
Lacan asocia la aparición misma del psicoanálisis. Observamos que en este fragmento presenta de manera
dialéctica lo social -ya que la declinación de la imago paterna es definida como social- y lo subjetivo, al
hablar del retorno al individuo de eso que opera en lo social.
1
Esta ficha de cátedra ha sido elaborada compilando y adaptando lo desarrollado en el libro: Uboldi, A. (2018). Violencias actuales.
Fundamentos psicoanalíticos y transformaciones en el lazo social. Editorial fundación la hendija.
2
Lacan, J. [1938] La familia, Argonauta.
3
Ibíd. p. 14.
4
Ibíd. p. 93.
5
Según el Diccionario de Psicoanálisis de Elisabeth Roudinesco Lacan asoció "imago" con "complejo": El complejo, cuyo elemento
constitutivo es la imago, constituye para Lacan el factor que permite comprender la estructura de una institución familiar,
tomada entre la dimensión cultural que la determina y los vínculos imaginarios que la organizan.
2
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Continúa diciendo que las formas de neurosis predominantes a fines del siglo XIX dependen en
forma estrecha de las condiciones de la familia. También, apunta a reconocer “la gran neurosis
contemporánea.
6
De este modo, al decir de Lacan, dicha neurosis contemporánea se enlaza al modo
familiar de la época, la estructura familiar “produce” determinado tipo de neurosis que a su vez constituye
una neurosis que se extiende a lo social. Este punto es importante, dado que al igual que Freud, articula la
constitución subjetiva con lo social.
También, habla del retorno al individuo de los efectos del progreso social; de este modo, se puede
pensar un entrecruzamiento entre familia, sujeto y sociedad. Posteriormente, desarrollará su mirada sobre
los conceptos freudianos, puntuando siempre que el sujeto se constituye en relación al otro, solo hay
sujeto si hay otro, que en principio será el Otro primordial que derivará en un Otro social:
Nuestra experiencia nos lleva a ubicar su determinación principal en la personalidad del padre,
carente siempre de algún modo, ausente, humillada, dividida o postiza. Es esta carencia la que,
de acuerdo con nuestra concepción del Edipo, determina el agotamiento del ímpetu instintivo
así como el de la dialéctica de las sublimaciones.
7
Entonces, las condiciones de la familia tienen una estrecha relación con la neurosis, sobre todo las
carencias del padre contextualizadas en el complejo de Edipo. A eso refiere Lacan al mencionar el
“agotamiento del ímpetu instintivo” haciendo referencia a la operatoria del Edipo respecto de la castración
que ordena la economía libidinal y determina la “dialéctica de las sublimaciones”. Sabemos que el
psicoanálisis parte de la clínica freudiana de la histeria, allí se constatan las vicisitudes del padre y sus
consecuencias en la constitución subjetiva. A partir de aquí, podemos avizorar que la declinación del padre
en lo social, lleva a la agudización de los numerosos “efectos psicológicos”.
Lo imaginario, según Lacan, inaugura la constitución del yo como instancia psíquica, es el
yo de
“Introducción del narcisismo”
8
, respecto del cual Freud dice que no existe como unidad desde el comienzo,
que algo debe agregársele para que se conforme como tal y justamente lo que se agrega es esa unificación
vía el otro como semejante a la que Lacan situó en el estadio del espejo. Lo simbólico es todo lo que en la
obra de Freud hace a la relación del hombre con el lenguaje y la palabra, huella mnémica o representante
de la representación. Lo real es lo que no puede ser articulado, aquello respecto de lo cual no habrá palabra
para ser dicho, lo que por ejemplo en Freud, ubicamos a nivel del trauma.
9
En los inicios de la enseñanza de Lacan lo simbólico va a ser preponderante respecto de lo
imaginario y de lo real. En el texto “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis
10
del año
1953, postula que el inconsciente está estructurado como un lenguaje. Allí, piensa al padre como una
función que se formaliza desde la simbolización y de este modo, va orientando la cuestión del padre hacia
6
Ibíd. p. 94.
7
Ibíd.
8
Freud, S. [1914] “Introducción del narcisismo”, en Obras Completas, Tomo XIV, Amorrortu.
9
Tomamos esta descripción basándonos en los desarrollos realizados en Kait, Graciela. Sujeto y fantasma. Una introducción a su
estructura, Rosario, Ross, 1996.
10
Lacan, J. [1953] “Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis” en Escritos 1, Siglo veintiuno editores, II ed.
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la estructura. La función simbólica va a enlazar la figura del padre con la ley, una ley que tendrá la
característica de ser para todos, es decir, universal.
La ley, permitirá al sujeto no solo limitar sus tendencias agresivas respecto del otro, sino que
habilitará a la convivencia y al lazo social. En el Seminario 3
11
describe lo siguiente:
El complejo de Edipo significa que la relación imaginaria, conflictual, incestuosa en misma,
esta prometida al conflicto y a la ruina. Para que el ser humano pueda establecer la relación
(...) es necesario que intervenga un tercero, que sea la imagen de algo logrado, el modelo de
una armonía (…) hace falta una ley, una cadena, un orden simbólico, la intervención del orden
de la palabra, es decir del padre. No del padre natural, sino de lo que se llama el padre. El
orden que impide la colisión y el estallido de la situación en su conjunto está fundado en la
existencia de ese nombre del padre.
12
El Nombre-del-Padre refiere al orden simbólico del padre, “no al padre natural” sino a la marca
simbólica del padre en la estructura subjetiva, que operará como ley ordenando las pulsiones, es decir,
poniendo un límite al caos pulsional. En este momento de la enseñanza de Lacan, el Nombre-del-Padre será
el significante que polarice las significaciones e impida una estructuración psicótica del sujeto. El Nombre-
del-Padre, habilita en la estructura el punto de almohadillado
13
que permite la significación vía el
abrochamiento significante-significado. La puntuación, permite enlazar la cadena significante a un efecto
de significación, deteniendo el discurrir metonímico de la misma.
En el Seminario 4
14
aborda la cuestión del padre a partir de la pregunta ¿Qué es un padre?
Responderá allí que: El padre es en efecto el eje, el centro ficticio y concreto del mantenimiento del orden
genealógico, que le permite al niño inmiscuirse de forma satisfactoria en un mundo (…) El niño aparece en
un mundo humano organizado por el orden simbólico (…)”
15
Y además, todo lo que sucede en las neurosis
“(…) es precisamente para, de alguna forma, suplir alguna dificultad, alguna insuficiencia, en la forma como
el niño se había enfrentado al Edipo.”
16
De este modo, define al padre como aquello que simboliza en la
estructura subjetiva el orden genealógico y que ubica al niño en el mundo. El niño va a ubicarse en el
mundo que está organizado por el orden simbólico y la neurosis sería el modo de tratar las insuficiencias
del padre.
Es importante señalar que el abordaje del psicoanálisis respecto de lo paterno, se orienta en este
contexto no en el interior de la familia, sino a nivel del complejo. Se trata del padre en el discurso del sujeto
y no del padre en términos realistas. En este momento de la enseñanza, la
cuestión del padre tiene enorme
gravitación al punto del plantear su determinación respecto de la neurosis, como un modo de enfrentar o
11
Lacan, J. [1955-1956] Seminario 3 Las psicosis, Paidós.
12
Ibíd. p. 139
13
Lacan define el punto de almohadillado en el Seminario 3 Las psicosis, op. cit. p. 383: “Es el punto de convergencia que permite
situar retroactivamente y prospectivamente todo lo que sucede en ese discurso (…) Porque la noción del padre, muy cercana a
la del temor de Dios, le da el elemento más sensible de la experiencia de lo que llamé el punto de almohadillado entre el
significante y el significado.”
14
Lacan, J. [1956-1957] Seminario 4 La relación de objeto, Paidós.
15
Ibíd. p. 400.
16
Ibíd.
4
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suplir las vicisitudes del complejo de Edipo. Por lo tanto, la clínica trata con aquellas dificultades o
“insuficiencias” relativas a la función del padre en el complejo, las vicisitudes que han jugado en la
constitución subjetiva. El padre como eje, ubica al niño en un orden genealógico, en una línea de filiación;
de este modo, surge el sujeto en un mundo que está ordenado por lo simbólico. Lacan define aquí la clínica
respecto de las vicisitudes relativas al Edipo, es decir a las fallas del padre en esta función de comunicar,
transmitir al niño su lugar en el orden simbólico.
Lacan avanza respecto del Edipo freudiano leyéndolo desde los tres registros: imaginario, simbólico
y real. En el Seminario 5 Las formaciones del inconsciente
17
, postula que el padre es un significante que
viene a sustituir al primer significante que se introduce en la simbolización: el significante materno. Queda
así planteada la metáfora paterna como sustitución del significante materno (DM - deseo de la madre) por
el Nombre-del-Padre (NP). Igualmente cuando Freud y Lacan hablan de “La madre” se están refiriendo a la
función, a ese Otro que aloja en su deseo al sujeto en constitución.
En la formalización que realiza del Edipo freudiano, Lacan resaltará la función del padre como
simbólica, que es como se dijo, la de ser un significante que viene a sustituir al primer significante: deseo de
la madre: “(…) metáfora del Nombre-del-Padre, o sea a la metáfora que sustituye este Nombre en el lugar
primeramente simbolizado por la operación de ausencia de la madre.”
18
En la metáfora paterna el deseo de
la madre es una incógnita para el niño, ya que éste se introduce en la estructura a partir de la ausencia de
la madre. Ante esta ausencia se le presenta al sujeto una incógnita respecto del deseo materno, dado que
en su ausencia la madre desea algo más allá del niño. Este deseo aparece como opaco, enigmático para el
sujeto en constitución, es una incógnita. Lo que da sentido al deseo de la madre es el Nombre-del-Padre,
un orden simbólico que está más allá del deseo materno. La metáfora paterna es una legalidad válida para
todos los sujetos, en el sentido que introduce el orden general de la cultura.
En el Seminario 5 Lacan desarrolla los tres tiempos del Edipo. En el primer tiempo el padre va a
aparecer de un modo velado; por su parte, el falo está planteado en relación al deseo de la madre, se
establece una relación de completud entre el niño y el Otro materno, el niño es el objeto del deseo
materno. En el segundo tiempo, el padre va a aparecer como privador, es el padre potente de la castración
introducido por la madre al reconocer al padre en su lugar de ley; allí se evidencia la articulación que hace
Lacan de la ley con la prohibición del incesto tal como la planteara Freud bajo la fórmula: “no reintegrarás
tu productodirigido a la madre y “no abusarás de tu fuente” dirigido al niño. En el tercer tiempo, Lacan
ubica al padre como donador, es un padre que tiene el falo y por lo tanto puede darlo, es el pasaje del ser
al tener. En este tiempo se produce la identificación al ideal del yo, ya que el padre se hace preferir a la
madre, dicha identificación ubica al sujeto en una posición sexual inconsciente, produciéndose la elección
del objeto sexual y como menciona Lacan, a partir de allí el niño va a tener los títulos en el bolsillo” para
poder ubicarse como varón frente a una mujer. En este punto declina el complejo de Edipo. En el caso de la
niña Lacan formula: Sabe dónde está eso y sabe dónde ir a buscarlo, al padre, y se dirige hacia quién lo
17
Lacan, J. [1957-1958] Seminario 5 Las formaciones del inconsciente, Paidós.
18
Lacan, J. [1959] De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis” en Escritos 2, Siglo veintiuno editores, XIII
ed. p 539.
5
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tiene.”
19
Este último tiempo, tiempo de la identificación, el niño se identifica al padre como poseedor del
falo y la niña reconoce quién lo tiene. Si bien en este momento de la enseñanza de Lacan el padre ya está
reducido al nombre (NP), todavía resuenan elementos que lee en Freud desde la familia tradicional de su
época y cierta referencia heteronormativa.
Entonces, para que el padre opere en el Edipo, él es: “(…) el significante que representa la
existencia de la cadena significante como ley (…) El padre está en una posición metafórica si y solo si la
madre lo convierte en aquel que con su presencia sanciona la existencia del lugar de la ley.”
20
Por lo tanto,
la madre tiene un papel fundamental en este pase” al padre, en el lugar que debe darle, al que debe
referirse, y esto está relacionado con la posición de ella respecto del Edipo, es decir que haya operado la
castración en la madre, la función del padre en la madre que nos remite a su propia resolución Edípica. Si
este “pase”, si este reconocimiento del padre como lugar de la ley no opera, no habrá lugar para que opere
la castración en el niño, en ese caso al no inscribirse el Nombre-del-Padre en la estructuración subjetiva
como significante ordenador y garante de la ley, se estará en presencia de una estructuración psicótica, al
quedar forcluido
21
el Nombre-del-Padre.
22
Entonces, la operatoria metafórica que el Nombre-del-Padre juega sustituyendo el Deseo materno
en los tiempos del Edipo. Tomando la fórmula de la metáfora.
23
Lacan ubica los matemas, el Deseo de la
madre se presenta como un enigma, enigma de las idas y vueltas de la madre que introducen la
simbolización por la alternancia presencia-ausencia de la madre.
24
Al operar la metáfora paterna, el
Nombre-del-Padre sustituye al Deseo de la Madre -NP/DM-, dejando como resultante de la operación al
Nombre-del-Padre como el significante que produce la significación fálica por ser un significante
privilegiado en el Otro: NP (A/Falo).
25
En los desarrollos del Seminario 5 respecto de la metáfora paterna,
Lacan va a considerar al falo como un significante y ya no como un objeto imaginario; refiriéndose al falo
simbólico, dice: El significante de lo significado en general, es el falo (…) es que él es un significante último
en la relación del significante con el significado.”
26
19
Ibíd. p. 201.
20
Ibíd. p. 202.
21
Forclusión o Preclusión son las traducciones que se ha dado del término Verwerfung que aparece en los textos freudianos. Lacan
en el escrito “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”, op. cit. p. 540 dice: “La Verwerfung será
para nosotros considerada como preclusión del significante.”
22
Es una referencia muy sintética de lo que Lacan aborda largamente, fundamentalmente en el Seminario 3 y en otros textos
respecto de lo que se juega en la estructuración psicótica del sujeto.
23
En el gráfico aparece la versión modificada en De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis” op. cit. p.
539 que refiere a la fórmula del Seminario 5 op. cit. p. 180.
24
Las idas y vueltas de la madre tienen relación con que además del niño aparecen otros objetos como deseo de la madre, la madre
desea algo más que el niño. La ausencia de la madre habilita en el niño un hueco a partir del cual el objeto puede ser concebido
como un objeto total, puede registrarlo como objeto a partir de su falta, en este punto la diferencia entre sujeto y objeto se
pone en juego, por esto Lacan plantea que la alternancia presencia-ausencia está en el origen del orden simbólico, lo que se
presenta lo hace siempre sobre un fondo de ausencia. La ausencia se articula a que la madre puede no responder, puede faltar.
25
La escritura “A” refiere al Otro con mayúscula, es decir el Otro simbólico, la A corresponde a su escritura en francés: Autre.
26
Ibíd. pp. 248-249.
6
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Desde esta conceptualización del padre como un significante fundamental, el Nombre-del-Padre es
el significante relacionado a la castración, es decir, es el significante que efectiviza la renuncia pulsional
habilitando la posibilidad de relación con el otro. Por lo tanto, el sujeto tendrá una referencia que pacificará
la relación con el otro, haciendo posible el lazo social. También en este Seminario 5 Lacan aborda la
cuestión del significante del Nombre-del-Padre en relación al significante fálico: Les he dicho que de
alguna manera, en el interior del sistema significante, el nombre del padre tiene la función del conjunto del
sistema significante, aquel que significa, que autoriza al sistema significante a existir, que hace de ello la
ley.
27
Puede pensarse una simetría entre NP y Φ. El falo, va a tomar carácter simbólico (Lacan lo escribirá:
Φ - fi mayúscula). Dice allí:
(…) se le a este falo la función (…) en el sistema significante, debemos considerar que el falo
entra en juego a partir del momento en que el sujeto tiene que simbolizar como tal, en esta
oposición del significante con el significado, al significado, quiero decir la significación.
28
Entonces, si el Nombre-del-Padre es el significante que “autoriza (…) a existir, que hace de ello la ley
(…)el falo juega en relación al significado como significante del significado en general. Puede pensarse al
Nombre-del-Padre como el significante del significante y al falo como el significante del significado. En “La
significación del falo
,
29
Lacan define al falo como significante. Lo retoma en la doctrina freudiana y plantea
que no es una fantasía en el sentido imaginario, tampoco es un objeto parcial, interno, bueno o malo y
menos aún es el órgano, refiriéndose al pene o al clítoris, sino que el falo es un significante destinado a
designar los efectos del significado en su conjunto; podríamos decir, como valor. El falo como significante,
da la razón del deseo del Otro.
30
El falo, es un significante que está en el Otro e introduce la castración
tanto en el hombre como en la mujer. El falo, en tanto significante, introduce la castración y en “La
significación del falo
surge una primacía del falo sin referencia a la metáfora paterna. Graciela Kait lo
comenta de la siguiente manera:
En La significación del falo aparece una cuestión fundamental: se trata del primado del falo sin
referencia al Edipo, Lacan coordina el falo al significante como tal y ya no al significante del
Nombre del Padre a punto tal que afirma: “(…) el falo como significante da la razón del deseo”
(…) es decir que si es la marca del deseo, es el falo como significante el que introduce la
castración que ya no necesita articularse al significante del Nombre del Padre, la castración ya
no procede del Padre como a nivel de la metáfora paterna sino que procede de la misma
estructura del lenguaje.
31
Lacan va a poner el énfasis en que es de la estructura del lenguaje de donde proviene la castración,
desplazando así el lugar del padre tal como estaba planteado en Freud, padre por cuyo amor o por temor a
perderlo, el sujeto renuncia a sus mociones pulsionales, es decir, se pone en juego la castración. En “La
significación del falo articula el falo como significante, al deseo, a la castración que a partir de aquí
27
Ibíd. p. 248.
28
Ibíd.
29
Lacan, J. [1958] “La significación del falo” en Escritos 2, Siglo veintiuno editores, XIII ed.
30
Ibíd.
31
Kait, G. op. cit, p. 121.
7
Ficha de la cátedra: Teoría psicoanalítica escuela francesa - FHAyCS-UADER
procede de la estructura misma del lenguaje,
32
paso relevante en la enseñanza de Lacan dejando vislumbrar
el más allá del complejo de Edipo: pasaje del mito a la estructura que encontraremos desarrollado en el
Seminario 17.
También consideremos que es un indicio de una lectura que puede hacerse de manera retroactiva.
No podemos dejar de señalar que en la página siguiente del escrito y hablando del “significante fálico”
Lacan dice: Por supuesto, es de la ley introducida por el padre en esta secuencia de la que depende su
porvenir (…) Pero se puede, ateniéndose a la función del falo, señalar las estructuras a las que estarán
sometidas las relaciones entre los sexos.”
33
Allí, si bien vuelve a hablar de la ley introducida por el padre
pero resalta la función del falo para dirimir las relaciones entre los sexos. En la frase siguiente, retoma el
desarrollo sobre el falo como significante, otorgándole un lugar fundamental respecto del ordenamiento de
la posición sexual inconsciente.
En el Seminario 7 La ética del psicoanálisis
34
Lacan introduce algo fundamental en sus
conceptualizaciones. Partiendo del análisis de la Cosa (das Ding), plantea lo real como límite en la
experiencia analítica, real entendido como aquello que escapa a lo simbólico y que está más allá del
funcionamiento del principio del placer. La característica de das Ding es que escapa a lo simbólico, que está
excluido en el interior de lo real último de la organización psíquica
35
. Das Ding estará enlazado con lo real
del goce y por eso, como dijimos, con lo que está más allá del principio del placer, la pulsión de muerte. Das
Ding es la fuente del problema del mal o más precisamente, del proyecto del mal.
36
A partir de la
extimidad
37
de das Ding se constituirá la realidad del ser hablante. En este seminario dicha extimidad -lo
real del goce- está en el punto de partida, diferenciándose de la concepción de sus primeros seminarios en
los que la constitución subjetiva parte de la estructura del lenguaje.
De este modo, se produce un giro por el que el sujeto es pensado partiendo de lo real -giro que se
irá desplegando a lo largo de los seminarios siguientes- y Lacan va a dejar abierta la cuestión de la ética
referida a las elecciones del sujeto. Este aspecto podemos articularlo con la no-renuncia a lo pulsional
abordada por Freud en “El sepultamiento del complejo de Edipo”
38
como falla ética de un sujeto que opta
por “el mal”, opción que lo deja sometido a la violencia de la pulsión de muerte. La cuestión ética se orienta
y se articula respecto de “(...) la ubicación del hombre en relación con lo real (...)
39
. Precisamente, la
posición ética formulada en el seminario va en el sentido del deseo, de este modo, optar por el deseo es
32
La relación entre castración y deseo se establece en torno a que la operación de castración deja al sujeto en falta al prohibir el
objeto; la falta de objeto (de un objeto adecuado para la satisfacción de la pulsión) hace que el sujeto se articule al deseo en
torno a la búsqueda de ese objeto. Por lo tanto, la posibilidad de un sujeto deseante está directamente enlazada a la falta que
produce la operación de castración.
33
Ibíd. p. 673.
34
Lacan, J. [1959-1960] Seminario 7 La ética del psicoanálisis, Paidós.
35
Ver en op. cit. clase del 20 de enero de 1960.
36
Op. cit. p. 121.
37
Neologismo utilizado por Lacan en la clase del 10 de febrero de 1960 del Seminario 7: (...) esta exterioridad íntima, esta
extimidad que es la Cosa (...)”.Otra referencia es la que formula en el Seminario 16, clase 14 del 12 de Marzo de 1969: “(...) lo
que nos es más próximo siéndonos, sin embargo, exterior. Sería necesaria la palabra "extimidad" para designar aquello de lo
que se trata (...)”
38
Freud, S. [1924] “El sepultamiento del complejo de Edipo”, en Obras Completas, Tomo XIX, Amorrortu, 2° ed.
39
Lacan, J. Seminario 7 La ética del psicoanálisis, op. cit. p. 21.
8
Ficha de la cátedra: Teoría psicoanalítica escuela francesa - FHAyCS-UADER
una posición ética que apela a la responsabilidad subjetiva, lo que implica que optar por el goce -y también
por la violencia- es una decisión que va en el sentido del mal, afectando tanto al otro como al propio sujeto.
En el año 1963, Lacan se propone abordar “los Nombres del Padre”. La novedad se pone en
evidencia en la pluralización del Nombre-del-Padre. El dictado del seminario no prosperó debido a que
Lacan fue expulsado de la IPA.
40
Esta situación es comentada por el mismo Lacan en la primera clase del
Seminario 11 Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis -que es el que dictó en lugar del
interrumpido-, clase en la que equipara a este suceso con “la excomunión”.
En la única clase del Seminario sobre los Nombres del Padre,
41
dice: Freud coloca en el centro de su
doctrina al mito del padre, claramente debido a la inevitabilidad de esta pregunta... Resulta igualmente
claro que si hoy nos parece que la teoría y la praxis del psicoanálisis estén detenidas, es por no haber osado
ir más lejos que Freud sobre esta pregunta.”
42
A esa pregunta se enlaza la conceptualización del padre
freudiano como mito y en ese punto, Lacan considera que hay una inmovilización de la práctica y de la
teoría del psicoanálisis “por no ir más allá de Freud”, más allá del mito del padre, más allá del Edipo.
Lacan plantea lo que retomará posteriormente “ir más allá del mito”, a favor de progresar en
relación a la conceptualización del goce, el deseo y el objeto. Lacan multiplica al Nombre-del-Padre, ya no
se trata de un significante universal que funciona para todo el mundo de la misma manera, sino que cada
uno, cada ser hablante, deberá inventar lo que le funciona como Nombre-del-Padre. Aquí, cobra
nuevamente luz aquella frase de Lacan en La ciencia y la verdad: De nuestra posición de sujetos somos
siempre responsables.
43
La multiplicación de los Nombres del Padre implica, como se dijo, que no hay una
función universal que ordena la economía libidinal sino que cada quien puede decidir inventar algo, un
quehacer que regule su economía de goce, esto también se inscribe en el más allá del complejo de Edipo.
El camino que va tomando Lacan desembocará en el Seminario 17 El reverso del psicoanálisis.
44
Allí,
de algún modo retomará ese esbozado “ir más aldel mito” desde la premisa: del mito a la estructura”.
Luego de un minucioso análisis de los mitos freudianos sobre el padre, deja de lado no solo lo desarrollado
por Freud en el mito de la horda primitiva como referencia iniciadora relativa al lugar del padre, sino la idea
del padre como agente de la castración.
40
IPA: Asociación Internacional de Psicoanálisis. Hay muchos textos que analizan este episodio, Lacan mismo en el seminario
siguiente lo refiere.
41
Lacan, J. [1963] De los Nombres del Padre, Paidós.
42
Op. cit. pp. 84-85.
43
Lacan, J. [1966] “La ciencia y la verdad” en Escritos 2, Siglo veintiuno editores, XIII ed. p. 837.
44
Lacan, J. [1969-1970] Seminario 17 El reverso del psicoanálisis, Paidós.
Lacan y el Edipo freudiano.pdf
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