
leen y ven. Con esta habilidad las personas somos capaces de prever las
probabilidades de respuesta, anticipando las consecuencias en cada una de las
variables posibles y finalmente elegirá una.
Respecto a las emociones, los niños con TDAH muestran sus emociones y
deseos más que nos permite mantener la información en nuestro cerebro en el
momento que la requerimos.
Por otra parte, respecto al lenguaje interno, las personas con TDAH no pueden
hablarse a sí mismo ni usar el lenguaje como guía.
Esto conduce a su incapacidad para seguir instrucciones y reglas para hacer lo
que se les ordena, por lo que tendrán dificultades en la compresión, para
entender lo que oyen, leen y ven.
Con esta habilidad las personas somos capaces de prever las probabilidades de
respuesta, anticipando las consecuencias en cada una de las variables posibles
y finalmente elegirá una.
Respecto a las emociones, los niños con TDAH muestran sus emociones y
deseos más que el resto de individuos, así que sentimientos como la rabia,
frustración y hostilidad, deben de ser controlados y canalizados para que sus
relaciones sociales sean sanas. Esto explica por qué existen niños con TDAH
que desarrollarán Trastorno Oposicionista Desafiante.
La motivación es otro punto clave para la compresión de este trastorno, aquellos
que lo padecen no pueden motivarse por sí mismos, por lo que hay una falta de
persistencia hacia el objetivo, manifestada en forma de déficit de motivación.
La habilidad de jugar con uno mismo mentalmente es la empleada para planificar
y resolver problemas.
Los niños con TDAH, tienen disminuidas sus capacidades para resolver
problemas. Son poco fluidos en sus lenguaje y acciones, y si por ejemplo les
preguntamos por lo que leyeron hace unos días obtendremos pensamientos
inconexos, poco organizados o sin argumento.
A mayor capacidad de autocontrol emocional, mayor capacidad de organización
y planificación de la conducta, lo que reduce mucho las posibilidades de actuar
impulsivamente y por lo tanto de equivocarse. Las habilidades ejecutivas ofrecen
un punto de vista más amplio del problema. Explican, por ejemplo, el habla
excesiva.