Un elemento en común es que en este caso también tenemos un
retraso del encendido, aunque obedece a distintas causas.
El combustible no se quema inmediatamente cuando es inyectado en el
reactor, sino que lo hace luego de un brevísimo intervalo de tiempo que
demanda para alcanzar las condiciones de encendido.
El retraso del encendido, es de gran importancia, por su influencia en la
manera en que se desarrolla la combustión.
En efecto, la combustión, iniciada en varios focos de encendido y
alimentada por el combustible acumulado durante el retraso de encendido,
provoca un rapidísimo aumento de la presión y temperatura en el reactor
como se observa en la primera fase (tramo 2-3 de la figura). En la fase final
(tramo 3-4) se continua quemando el combustible en la medida que ingresa
a la cámara y el gradiente de presión es menos importante.
El movimiento del pistón contribuye a acentuar la situación anteriormente
descripta.
El retraso del encendido tiene influencia en el normal desarrollo del
proceso de combustión, manifestándose también en el arranque y en la
emisión de humos de este tipo de motores.
Para que el motor queme todo el combustible inyectado es necesario
atomizar finamente el chorro y lograr un contacto íntimo con la adecuada
cantidad de concurrente.
Por lo tanto estamos frente a un problema probabilístico y para aumentar la
probabilidad de que el evento se produzca, se recurre a generar una alta
turbulencia dentro del reactor y a emplear una cantidad de aire muy
superior a la estequiométrica.
COMBUSTIONES ANORMALES “GOLPETEO Y DETONACION”
Si el retraso de encendido es muy prolongado, se acumula mucho
combustible en el reactor y cuando comienza el proceso de combustión se
produce un violento aumento de la presión que genera vibraciones dentro
de la masa del gas que son propias de la detonación y que se evidencian
por el denominado “golpeteo” del motor Diesel.
Lo que ocurre es que el gradiente de presiones, ha superado los valores
límites, la velocidad de quemado es superior a la de una deflagración y
estamos frente a condiciones de desarrollo de combustiones anormales.
El fenómeno es similar a lo que ocurre en los motores de encendido por
chispa, pero, mientras que en estos la detonación tiene lugar hacia el final
del proceso de combustión, en los motores de encendido por compresión se
produce a comienzo del mismo.
Para reducir la tendencia a la detonación es necesario reducir el retraso de
encendido y esta es una característica propia de los combustibles utilizados.
El número de cetano es una medida de esta propiedad.