El Átomo
Cada elemento está compuesto por átomos, las unidades más pequeñas que
conservan las propiedades y características del elemento.
Cada átomo está compuesto por docenas de diferentes partículas subatómicas.
Sin embargo, sólo tres tipos de partículas subatómicas son importantes para
comprender las reacciones químicas del cuerpo humano: protones, neutrones y
electrones.
Estructura de un átomo
La parte central densa de un átomo es su núcleo. Dentro del núcleo, hay protones
(p+ ) de carga positiva y neutrones (n0 ) sin carga (neutros). Los diminutos
electrones (e− ) de carga negativa se giran en un gran espacio que rodea al
núcleo. No siguen un recorrido ni órbita fijo, sino que forman una “nube” con carga
negativa que envuelve al núcleo. No se conoce su posición exacta, lo más
probable es que determinados grupos de electrones se muevan dentro de ciertas
regiones alrededor del núcleo. Estas regiones, denominadas capas de electrones,
se representan como círculos simples alrededor del núcleo.
Como cada capa de electrones puede contener un número específico de
electrones, el modelo de capas de electrones es el que mejor transmite este
aspecto de la estructura atómica.
La primera capa de electrones (la más cercana al núcleo) nunca contiene más de
2 electrones.
La segunda capa contiene un máximo de 8 electrones y la tercera puede contener
hasta 18.
Las capas de electrones se llenan de electrones en un orden específico, que
comienza por la primera capa
El número de electrones de un átomo de un elemento es equivalente al número de
protones. Como cada electrón y protón lleva una carga, los electrones de carga
negativa y los protones de carga positiva se equilibran entre sí. Por lo tanto, cada
átomo es eléctricamente neutral; su carga total es cero.
Información Obtenida del Libro Principios de anatomía y Fisiología tortora
derrickson 13 edición.
Imagen extraída del libro Química general 7 edición de Raymon chang, williams
college.
Es importante resaltar que los protones poseen la misma carga que los electrones
visualizacion del átomo
La masa del núcleo representa la mayor masa del átomo, sin embargo el núcleo
solo ocupa


del volumen total del átomo.
Equivalencia de un picometro a metros
1 pm= 1 X 

m
El radio de un átomo resulta ser de alrededor de 100pm, mientras que el radio del
núcleo atómico es de solamente 5 X 

pm
Numero Atómico (z): es el número de protones en el núcleo del átomo de un
elemento
En un átomo neutro el número de protones es igual a su número de electrones
La identidad de un átomo es determinada por su número atómico. Ejemplo: el
Nitrógeno es un átomo neutro que posee tanto 7 protones como, 7 electrones, es
decir que cualquier átomo en el universo que posea un número atómico de 7, para
este caso se denominara nitrógeno.
Numero de masas (A)
Es el número total los protones y neutrones presentes dentro del núcleo atómico
de cada elemento.( con execpcion del Hidrogeno que solo posee un proton y
ningún neutrón)
Numero de masas = número de protones + número de neutrones
ó
Numero de masas = número atómico + número de neutrones
Información extraída del libro de química general 7 edición de Raymon chang,
williams college.
Moléculas
Una molécula es un agregado de al menos dos átomos en una posición definitiva,
que se mantiene unida a través de enlaces químicos (fuerzas químicas).
Moléculas diatomicas
Contienen solo dos átomos, ya sea de un mismo elemento o con diferentes
elementos Ejemplo:





O bien como: el cloruro de hidrogeno HCL,
y el monóxido de carbono CO
Moléculas Poliatomicas
Contienen más de dos atomos Ejemplo:
(Ozono), H2O (AGUA),

(AMONIACO). Etc.
Información extraída del libro de química general 7 edición de Raymon chang,
williams college.
Ion
Un ion es un átomo o un grupo de átomos que tienen una carga neta positiva o
negativa. El número de protones cargados positivamente, del núcleo de un átomo
permanece igual durante los cambios químicos comunes (llamados reacciones
químicas). Pero se pueden ganar o perder electrones cargados negativamente.
La pérdida de uno o más electrones a partir de un átomo neutro forma un catión,
es decir un ion con carga neta positiva.
El incremento en el número de electrones, origina un anión, es decir un ion con
carga neta negativa.
Isótopos
Los isótopos son átomos del mismo elemento que tienen el mismo número atómico pero
diferente número de neutrones. Por ejemplo, todos los átomos del elemento magnesio (Mg)
tienen un número atómico de 12. Por tanto, todo átomo de magnesio siempre tiene 12 protones.
Sin embargo, algunos de los átomos de magnesio tienen 12 neutrones, otros tienen 13 neutrones,
e incluso otros tienen 14 neutrones. Estos diferentes números de neutrones dan a los átomos de
magnesio diferentes números de masa, pero no cambian su comportamiento químico. Para
distinguir entre los diferentes isótopos de un elemento, se escribe un símbolo atómico para un
isótopo particular con su número de masa en la esquina superior izquierda y su número atómico
en la esquina inferior izquierda.
Un isótopo se puede llamar por su nombre o símbolo, seguido del número de masa.
Información extraida de Química general, orgánica y biológica. Estructuras de la vida 4 edición
Karen C Timberlake.
Orbitales
Los orbitales atómicos son las zonas que rodean al núcleo, donde existe la
máxima probabilidad de encontrar estos electrones.
Para cada átomo existe un numero definido de orbitales que se caracterizan por
poseer una determinada energía potencial.
Es muy probable que los electrones en los orbitales se encuentren en una región con forma
esférica
1. El primero conocido como número cuántico principal (n) describe el tamaño y la energía
del orbital. A medida que aumenta su tamaño, lo hace la energía y su distancia al núcleo.
Así existen orbitales 1, 2,3….
2. el número cuántico azimutal. (l)
representado por la letra L en minúscula. Representa un
nivel de energía y define la forma geométrica del orbital (esférico, lobulado, ect). se
representan con las letras, s, p, d, f.
3. Numero cuántico magnético ( m) define la orientación en el espacio si se fijan unos ejes de
referencia arbitrarios (X, Y, Z). ejemplo un orbital p puede ser px, py, o pz.
4. Numero de spin: refleja el movimiento de los electrones respecto a un imaginario campo
magnético.
Siendo importante resaltar que estos tres números, definen perfectamente los orbitales
atomicos respecto a su energía, tamaño, forma y orientación espacial.
Existiendo varios principios de los cuales solo definiré uno. El cual fue dado en clase
1. Los electrones ocupan inicialmente los niveles de energía más bajos. Siendo el orbital más
bajo, solo capaz de contener un máximo de dos electrones.
Esta información fue extraída del libro Bioquímica conceptos esenciales Feduchi, Blasco,
Romero, yañes
Esta imagen fue extraida de Química general, orgánica y biológica. Estructuras de la vida 4
ediciones Karen C Timberlake.
Imagen extraída del libro Química general 7 edición de Raymon chang, williams
college.
Enlaces químicos
Toda la información fue copiada del Libro Principios de anatomía y Fisiología
tortora derrickson 13 edición.
Las fuerzas que mantienen juntos los átomos de una molécula o un compuesto son
enlaces químicos. La probabilidad de que un átomo forme un enlace químico con otro
átomo depende del número de electrones de su capa más externa, denominada capa de
valencia. Un átomo con una capa de valencia que contiene ocho electrones es
químicamente estable, lo que significa que es improbable que forme enlaces químicos con
otros átomos. Por ejemplo, el neón tiene ocho electrones en su capa de valencia y por
esta razón no se une fácilmente con otros átomos. La capa de valencia del hidrógeno y el
helio es la primera capa de electrones, que tiene un máximo de dos electrones. Como el
helio tiene dos electrones de valencia, es demasiado estable y pocas veces forma enlaces
con otros átomos. Por el contrario, el hidrógeno tiene un solo electrón de valencia, de
manera que se une fácilmente con otros átomos. Los átomos de la mayoría de los
elementos biológicamente importantes no tienen ocho electrones en sus capas de
valencia. En las condiciones apropiadas, dos o más átomos pueden interactuar de
manera que producen una disposición químicamente estable de ocho electrones de
valencia para cada átomo. Este principio químico, denominado regla del octeto (octeto =
juego de ocho), ayuda a explicar por qué los átomos interactúan de manera predecible. Es
más probable que un átomo interactúe con otro si al hacerlo ambos quedarán con ocho
electrones de valencia. Para que esto suceda, un átomo vacía su capa de valencia
parcialmente ocupada, la llena con electrones donados o comparte electrones con otros
átomos. La manera en que se distribuyen los electrones determina qué clase de enlace
químico se forma. Se considerarán tres tipos de enlaces químicos: enlaces iónicos,
enlaces covalentes y enlaces de hidrógeno.
Regla del octeto
Se basa en el comportamiento químico de los denominados gases nobles, los cuales
tienen un poco tendencia de reaccionar entre , debido a que su configuración electrónica
se basa por tener completa su última capa (capa de electrones de valencia) poseyendo 8
electrones. A execepcion del helio que solo posee dos. Bioquímica conceptos
esenciales Feduchi, Blasco, Romero, yañes
Toda la información a continuación fue copiada del Libro Principios de anatomía
y Fisiología tortora derrickson 13 edición.
Enlaces iónicos
Como ya se mencionó, cuando los átomos ganan o pierden uno o más electrones de
valencia, se forman iones. Los iones de carga positiva y negativa se atraen entre sí: los
opuestos se atraen. La fuerza de atracción que mantiene juntos iones con cargas
opuestas es un enlace iónico.
El enlace iónico o electrovalente se establece entre átomos que ceden o aceptan electrones en sus
orbitales periféricos para alcanzar el estado de mayor estabilidad electrónica (cumpliendo la ley
del octete, es decir, la existencia de ocho electrones en su última capa). Ello determina que los
átomos implicados se conviertan en iones de signo contrario por lo que sufren entre sí una
atracción mutua de naturaleza electrostática.
Ejemplo cloruro de sodio
Por lo general, los compuestos iónicos existen como sólidos, con una disposición
repetitiva ordenada de los iones, como en el cristal de NaCl. Un cristal de NaCl puede ser
grande o pequeño − la cantidad total de iones puede variar− pero la relación de Na+ y Cl
siempre es 1:1. En el cuerpo, los enlaces iónicos se hallan principalmente en dientes y
huesos, donde confieren intensa fuerza a estos tejidos estructurales importantes. Un
compuesto iónico que se degrada en iones positivo y negativo en solución se denomina
electrolito. La mayoría de los iones del cuerpo se disuelven en líquidos corporales como
electrolitos, así llamados porque sus soluciones pueden conducir una corriente eléctrica.
Enlaces covalentes
Cuando se forma un enlace covalente, dos o más átomos comparten electrones en lugar
de ganarlos o perderlos. Los átomos forman una molécula unida covalentemente al
compartir uno, dos o tres pares de electrones de valencia. Cuando mayor es el número de
pares de electrones compartidos entre dos átomos, más resistente es el enlace covalente.
Se pueden formar enlaces covalentes entre átomos de un mismo elemento o de
diferentes elementos. Son los enlaces químicos más comunes del cuerpo, y los
compuestos que resultan de ellos forman la mayor parte de las estructuras corporales. Se
forma un enlace covalente simple cuando dos átomos comparten un par de electrones.
Por ejemplo, se forma una molécula de hidrógeno cuando dos átomos de hidrógeno
comparten sus únicos electrones de valencia, lo que permite que ambos átomos tengan
una capa de valencia completa por lo menos parte del tiempo. Cuando dos átomos
comparten dos pares de electrones, como sucede en la molécula de oxígeno, se forma un
enlace covalente doble. Un enlace covalente triple se produce cuando dos átomos
comparten tres pares de electrones, como en una molécula de nitrógeno.
Los mismos principios de los enlaces covalentes entre átomos del mismo elemento son
aplicables a los enlaces covalentes entre átomos de distintos elementos. El gas metano
(CH4) contiene enlaces covalentes formados entre átomos de diferentes elementos, un
carbono y cuatro hidrógenos. La capa de valencia del átomo de carbono puede contener
ocho electrones, pero sólo tiene cuatro propios. La única capa de electrones de un átomo
de hidrógeno puede contener dos electrones, pero cada átomo de hidrógeno tiene sólo
uno propio. Una molécula de metano contiene cuatro enlaces covalentes simples
independientes. Cada átomo de hidrógeno comparte un par de electrones con el átomo de
carbono. En algunos enlaces covalentes, dos átomos comparten por igual los electrones,
un átomo no atrae los electrones compartidos con mayor intensidad que el otro átomo.
Este tipo de enlace es un enlace covalente no polar. Los enlaces entre dos átomos
idénticos siempre son enlaces covalentes no polares. Los enlaces entre átomos de
carbono e hidrógeno también son no polares, como los cuatro enlaces CH de una
molécula de metano . En un enlace covalente polar, los dos átomos comparten electrones
de manera desigual: el núcleo de un átomo atrae los electrones compartidos con mayor
intensidad que el núcleo del otro átomo. Cuando se forman enlaces covalentes polares, la
molécula resultante tiene una carga negativa parcial cerca del átomo que atrae con mayor
intensidad los electrones. Este átomo tiene mayor electronegatividad, el poder de atraer
electrones hacia sí mismo. Por lo menos otro átomo de la molécula tendrá una carga
positiva parcial. Las cargas parciales se indican con una letra delta griega minúscula, con
un signo menos o más: δ− o δ+ . En los sistemas vivos, un ejemplo muy importante de un
enlace covalente polar es el enlace entre el oxígeno y el hidrógeno en una molécula de
agua en esta molécula, el núcleo del átomo de oxígeno atrae los electrones con más
intensidad que los núcleos de los átomos de hidrógeno, por lo que se dice que el átomo
de oxígeno tiene mayor electronegatividad. Más adelante en este capítulo, veremos cómo
los enlaces covalentes polares permiten que el agua disuelva muchas moléculas que son
importantes para la vida. Los enlaces entre nitrógeno e hidrógeno y aquellos entre
oxígeno y carbono también son enlaces polares.
Enlaces (puentes) de hidrógeno
Los enlaces covalentes polares que se forman entre átomos de hidrógeno y otros átomos
pueden crear un tercer tipo de enlace químico, un enlace de hidrógeno. Se forma un
enlace (puente) de hidrógeno cuando un átomo de hidrógeno con una carga positiva
parcial (δ+ ) atrae la carga negativa parcial (δ− ) de átomos electronegativos adyacentes,
la mayoría de las veces átomos de oxígeno o nitrógeno más grandes. Así, los enlaces de
hidrógeno se deben a que partes de moléculas con cargas opuestas se atraen más que a
que compartan electrones, como en los enlaces covalentes, o a que ganen o pierdan
electrones, como en los enlaces iónicos. Los enlaces de hidrógeno son débiles en
comparación con los enlaces iónicos y covalentes. Por lo tanto, no pueden unir átomos
para formar moléculas. Sin embargo, los enlaces de hidrógeno sí establecen uniones
importantes entre moléculas o entre diferentes partes de una molécula grande, como una
proteína o un ácido nucleico. Los enlaces de hidrógeno que unen moléculas de agua
vecinas confieren al agua considerable cohesión, la tendencia de partículas similares a
permanecer juntas. La cohesión de las moléculas de agua crea una tensión superficial
muy alta, un parámetro de la dificultad para estirar o romper la superficie de un líquido. En
el límite entre el agua y el aire, la tensión superficial del agua es muy alta porque la
atracción es mucho mayor entre las moléculas de agua que entre éstas y las moléculas
de aire. Esto es fácil de observar cuando una araña camina sobre el agua o una hoja flota
sobre el agua. La influencia de la tensión superficial del agua sobre el cuerpo se puede
observar en la manera que aumenta el trabajo requerido para respirar. Una delgada
película de líquido acuoso reviste los sacos alveolares de los pulmones. Por consiguiente,
cada inspiración debe tener la fuerza suficiente para superar el efecto de oposición de la
tensión superficial cuando los sacos alveolares se expanden y se agrandan con el ingreso
del aire. Aunque los enlaces de hidrógeno simples son débiles, moléculas muy grandes
pueden contener miles de estos enlaces. Actuando en conjunto, los enlaces de hidrógeno
confieren considerable resistencia y estabilidad y ayudan a determinar la forma
tridimensional de moléculas grandes.
Fuerzas de van der Waals
Información extraída del libro Bioquímica las bases moleculares de la vida Trudy
Mckee 5 edición
Las fuerzas de van der Waals son interacciones electrostáticas relativamente
débiles que se originan cuando las biomoléculas que contienen dipolos
permanentes neutros se aproximan entre sí o a un dipolo inducible (como una
nube ). Cuanto más polares y colineales son los grupos involucrados, más fuerte
es la interacción de van der Waals. Incluso en hidrocarburos puros (sin enlaces
polares como en las regiones hidrofóbicas de las proteínas y de las colas de
hidrocarburo de los lípidos), una gran aproximación induce una deslocalización de
cargas (los electrones se desplazan y las cargas se dispersan) lo que produce
cohesión. La atracción entre las moléculas es máxima a una distancia denominada
radio de van der Waals. Si se acercan más, se produce una fuerza de repulsión.
En los sistemas biológicos la suma de fuerzas de repulsión y de atracción crea la
estructura estable y funcional de las grandes biomoléculas y de los complejos
biomoleculares. Hay tres tipos de fuerzas de van der Waals:
1. Interacciones dipolo-dipolo. Estas fuerzas, que se producen entre moléculas
que contienen átomos electronegativos, hacen que las moléculas se orienten a sí
mismas de tal forma que el extremo positivo de un grupo polar se dirija hacia el
extremo negativo de otro. Los enlaces de hidrógeno son un tipo de interacción
dipolo-dipolo particularmente fuerte.
2. Interacciones dipolo-dipolo inducido. Un dipolo permanente induce un dipolo
transitorio en una molécula cercana al modificar su distribución electrónica. Por
ejemplo, una molécula que contiene un grupo carbonilo es débilmente atraída
hacia un anillo aromático por la capacidad del dipolo permanente del grupo
carbonilo de deslocalizar (desplazar) los electrones de la nube de electrones del
anillo aromático. Las interacciones dipolo-dipolo inducidas son más débiles que las
interacciones dipolo-dipolo.
3. Interacciones dipolo inducido-dipolo inducido. El movimiento de los electrones
en las moléculas apolares cercanas da lugar a un desequilibrio de carga transitorio
en las moléculas adyacentes. Un dipolo transitorio en una molécula polariza los
electrones de una molécula vecina. Esta interacción de atracción, que se
denomina fuerza de dispersión de London, es extremadamente débil. El
apilamiento de los anillos de las bases en una molécula de DNA, un ejemplo
clásico de este tipo de interacción, es posible debido a la capacidad de los
electrones débilmente retenidos de distribuirse de manera desigual por arriba y por
abajo de los anillos paralelos dispuestos en estrecha cercanía. Aunque son
débiles de forma individual, estas interacciones que se extienden por toda la
longitud de la molécula de DNA proporcionan una estabilidad significativa.
BIOELEMENTOS Bioquimica y Biologia Molecular para las ciencias de la
salud 3 edicion J. A loxano, J D Galindo, J C garcia, J H martinez, R Peñafile, F
solano.
En la composición de los seres vivos aparecen una veintena de elementos
químicos que son esenciales para el desarrollo de la vida. A estos elementos
químicos que constituyen los seres vivos se les denomina bioelementos. También
reciben el nombre de elementos biogénicos o biogenésicos. Se pueden clasificar,
según su abundancia, en tres grandes grupos:
1. Bioelementos primarios: H, O, C, N. Son los más abundantes. Representan un
99.3% del total de átomos del cuerpo humano. Con diferencia, el hidrógeno es el
más importante, junto con el oxígeno, ya que ambos forman parte de la
biomolécula más abundante de los organismos, el agua.
2. Bioelementos secundarios: Ca, P, K, S, Na, Cl, Mg, Fe. Constituyen
prácticamente el 0.7% del total de átomos del cuerpo humano
3. Oligoelementos o bioelementos traza: Mn, I, Cu, Co, Cr, Zn, F, Mo, Se y otros.
Aunque aparecen sólo en trazas o en cantidades ínfimas, su presencia es esencial
para el correcto funcionamiento del organismo. Su ausencia determina la aparición
de enfermedades carenciales, o síntomas de déficit, que se definirán en el
siguiente apartado.
Otro criterio de clasificación de los bioelementos es la función que desempeñan
en el organismo. Así, se pueden establecer diferentes grupos, con distintas
funciones:
1. Plástica o estructural: H, O, C, N, P, S. Colaboran en el mantenimiento de la
estructura del organismo
2. . 2. Esquelética: Ca, Mg, P, F, Si. Confieren rigidez.
3. 3. Energética: C, O, H, P. Forman parte de las moléculas energéticas.
4. 4. Catalítica: Fe, Mn, I, Cu, Co, Zn, Mo, Se. Forman parte de las enzimas,
que catalizan reacciones y procesos bioquímicos.
5. 5. Osmótica y electrolítica: Na+ , K+ y Cl , principalmente. Mantienen y
regulan los fenómenos osmóticos y de potencial químico y electrónico.
Como se ha mencionado anteriormente, una de las razones que han determinado
que H, O, N y C sean los bioelementos primarios y representen más del 99% del
total de átomos en el ser humano, es su capacidad para establecer enlaces
covalentes.
Importante
El hidrógeno es capaz de establecer un enlace covalente; el oxígeno puede formar
dos; tres, el nitrógeno y cuatro, el carbono. Además, al tratarse de átomos
pequeños, la fuerza de los enlaces en los que participan es elevada.
Estos bioelementos pueden establecer, además de enlaces covalentes sencillos,
otros enlaces dobles y triples, dependiendo del número de electrones que se
comparten en cada enlace. Mención especial merece el átomo de carbono que
Debido a su estructura electrónica (hibridación sp3 ) y la concomitante disposición
tetraédrica de los enlaces, constituye la base estructural tridimensional de los
compuestos carbonados y, por tanto, de la gran mayoría de las biomoléculas.
Bioquimica y Biologia Molecular para las ciencias de la salud 3 edicion J. A
loxano, J D Galindo, J C garcia, J H martinez, R Peñafile, F solano.
Grupos funcionales
Los átomos de carbono se enlazan entre sí por enlace covalente, originando cadenas
lineales, ramificadas o estructuras circulares. En ellas, los átomos de carbono también
establecen enlaces covalentes sencillos con átomos de hidrógeno. A estas moléculas se
les conoce con el nombre genérico de hidrocarburos. A esas estructuras carbonadas se
les puede añadir otros átomos o grupos de átomos que les confieren propiedades
químicas específicas y que reciben el nombre de grupos funcionales. El grupo funcional
es el responsable del comportamiento físico y químico característico de cada tipo de
biomolécula.
Bioquimica y Biologia Molecular para las ciencias de la salud 3 edicion J. A
loxano, J D Galindo, J C garcia, J H martinez, R Peñafile, F solano.
Imágenes extraídas de Bioquímica Conceptos Esenciales Feduchi
Agua
Estructura molecular del Agua
La molécula de agua posee un carácter tetraédrico irregular, un tanto asimétrico,
con oxígeno en su centro.
Posee una una hibridación sp3 del átomo de oxígeno, situado en el centro, y con
los dos átomos de hidrógeno dispuestos en dos de los vértices o ángulos de dicho
tetraedro. Las dos restantes direcciones de enlace corresponden a los otros dos
orbitales, ocupados cada uno de ellos por una pareja de electrones.
Funciones bioquímica y fisiológica del agua
Las funciones bioquímicas y fisiológicas que el agua desempeña en el organismo
se basan en las propiedades fisicoquímicas anteriores. Entre ellas destacan: 1. El
agua actúa como componente estructural de macromoléculas, como proteínas y
polisacáridos, entre otros, ya que estabiliza su estructura, fundamentalmente a
través de la formación de puentes de hidrógeno. 2. El agua, como disolvente
universal de sustancias, tanto iónicas como anfipáticas y polares no iónicas,
permite que en su seno se produzcan casi todas las reacciones bioquímicas, y es,
además, un excelente medio de transporte en el organismo. 3. El agua es el
sustrato o el producto de diversas reacciones enzimáticas. Puede actuar como
cosustrato en reacciones catalizadas por hidrolasas e hidratasas, o puede ser el
producto de reacciones catalizadas por oxidasas. Asimismo, participa como
reactante o como producto en infinidad de vías metabólicas. 4. El carácter
termorregulador del agua permite conseguir un equilibrio de temperaturas en todo
el cuerpo, la disipación de cantidades elevadas de calor metabólico, la
refrigeración corporal tras un ejercicio intenso o la exposición a temperaturas
elevadas, etcétera.
Bioquimica y Biologia Molecular para las ciencias de la salud 3 edicion J. A
loxano, J D Galindo, J C garcia, J H martinez, R Peñafile, F solano.

Este documento contiene más páginas...

Descargar Completo
CLASE 1 ATOMOS Y AGUA, 29-01-20 BIOQUIMICA, DIEGO P.docx
browser_emoji Estamos procesando este archivo...
browser_emoji Lamentablemente la previsualización de este archivo no está disponible. De todas maneras puedes descargarlo y ver si te es útil.
Descargar
. . . . .