
Marco teórico:
La malaria es una enfermedad infecciosa causada por un parásito llamado Plasmodium
Falciparum.
Para los humanos hay cuatro especies de Plasmodium que provocan la malaria o
paludismo: P. falciparum, P. malariae, P. ovale y P. vivax, de las cuales sólo la primera es
realmente una amenaza para la vida. El mosquito que transmite esta patología se llama
Anopheles, tiempo que media entre la picadura y la aparición del cuadro clínico (periodo de
incubación) varía de 7 a 14 días. Los síntomas de la malaria son muy inespecíficos, pudiendo
ser similares a una gripe o a una gastroenteritis, por ello conviene ser muy cautos y evitar estas
confusiones, especialmente en el caso del paludismo falciparum, ya que puede ser fatal en uno
a dos días, provocando un fallo multiorgánico (paludismo grave y complicado) si no se
diagnostica y trata precozmente.
La forma más grave que es la malaria por P. Falciparum, que puede mostrar un cuadro clínico
muy variado que incluye, fiebre, escalofríos, sudoración y cefalea, tos, diarrea, dificultad
respiratoria e incluso evolucionar hacia el shock con coagulopatía de consumo, insuficiencia
renal y hepática, edema pulmonar y encefalopatía aguda que puede llegar al coma y muerte
(paludismo cerebral).
Los parásitos de la malaria, los Plasmodium, siempre tienen dos huéspedes en su ciclo vital: un
mosquito (hembra) que actúa como vector y un huésped vertebrado. Aunque se reproducen de
forma asexual en el interior del organismo de los mamíferos, el ciclo de vida del Plasmodium
depende de una fase de reproducción sexual una vez que se encuentran en el interior del
mosquito, específicamente en el intestino del mismo.
Así, algunas células parasitarias llamadas gametocitos que invaden el interior del huésped
mamífero tienen el potencial de desarrollar células sexuales masculinas o femeninas. Así
mismo, cómo las células masculinas pueden fecundar a más de una célula femenina, lo ideal
es desviarse hacia una producción superior de células femeninas.
(1)
Una vez dentro del cuerpo humano, los esporozoitos viajan por el torrente sanguíneo hasta el
hígado donde maduran. Una vez sucedido esto se produce otra forma de parásito llamada
merozoitos, estos ingresan en el torrente sanguíneo e infectan a los eritrocitos.
Al hablar de plasmodium, decimos que este posee un genoma compuesto por 14 cromosomas
lineales que cuentan con amplias regiones no codificantes (intergénicas e intrónicas) como es
típico de los organismos eucariotas
(2)
.
En ese mismo sentido, existen distintas familias génicas codificadas dentro del genoma del
plasmodium, entre ellas la familia de genes "VAR", que compone aproximadamente 60 genes
(en un genoma haploide) muy polimórficos que codifican un grupo de proteínas conocidas