
CAPÍTULO 11 – LA FORMA DIVISIONAL.
Línea Media (parte clave)
Estandarización de los productos (mecanismo coordinador clave)
Estructura Burocrática
Antigua y Grande
Ambiente diversificado (productos y servicios especialmente)
Fuerzas de Fragmentación predominan (necesidad de poder de los gerentes)
Agrupamiento de Mercado
Sistema de Control de Desempeño
Descentralización Vertical Limitada
La Forma Divisional es un grupo de entidades cuasi autónomas, unidas por una estructura administrativa
central. Esas entidades son unidades en la LM y se llaman divisiones, y la administración central, el cuartel
general. Aquí el flujo de poder no es de abajo-arriba, sino de arriba-abajo.
La Forma Divisional es usada ampliamente en el sector privado de la economía industrializada.
No constituye una estructura completa desde la CE hasta el NO, sino más bien una estructura
sobreimpuesta a otras. Es decir, cada división tiene su propia estructura, y cada una tiene un efecto sobre lo
que es esa estructura (las divisiones son atraídas hacia la configuración de BM).
Esta configuración se centra en la relación estructural entre el cuartel general y las divisiones, en efecto,
entre la CE y la cima de la LM.
La FD confía en la base de mercado para agrupar unidades en la cima de la LM. Las divisiones son creadas
de acuerdo con los mercados atendidos y luego se les da control sobre las funciones operativas que requieren
para atender a estos mercados. Esta dispersión (y duplicación) de las funciones operativas minimiza la
interdependencia entre divisiones, así que cada una puede operar como una entidad casi autónoma, libre de
la necesidad de coordinar con las otras. Esto, a su vez, permite agrupar una gran cantidad de divisiones bajo el
cuartel general.
Esta configuración estructural conduce a una descentralización pronunciada desde el cuartel general, a
cada división se le delegan los poderes necesarios para tomar las decisiones que conciernen a sus propias
operaciones. Necesita la descentralización vertical paralela y limitada, de hecho, los gerentes de división
pueden resultar ser de naturaleza bastante centralizada.
Si el cuartel general delegase todo su poder en los gerentes de división, dejaría de existir, y cada división,
en efecto, emergería como una organización independiente. Así que se necesita alguna forma de control o
coordinación entre el cuartel general y las divisiones. La pregunta es, ¿cómo puede el cuartel general
mantener el control concediendo al mismo tiempo a cada división suficiente autonomía para manejar sus
propias operaciones? Y la respuesta está en el sistema de control de desempeño. En general, los cuarteles
generales conceden a las divisiones autonomía casi total para tomar sus propias decisiones, y luego controlan
los resultados de estas decisiones. Este control es efectuado ex post facto, en términos cuantitativos
específicos (midiendo ganancias, crecimiento de ventas y rentabilidad de inversión).
El mecanismo coordinador principal es la estandarización de productos, y un parámetro de diseño clave es
el sistema de control de desempeño.