
7Capítulo 1 Atención de la salud ypráctica de la enfermería
consigo varias creencias, valores y prácticas de atención de la salud,
también tienen diversos factores de riesgo para algunas enferme-
dades y reacciones únicas al tratamiento. Estos factores afectan
de modo notable las respuestas de una persona a los problemas de
atención de la salud o la enfermedad, a quienes proporcionan los
cuidados y a la atención misma. Salvo que se evalúen estos facto-
res para entenderlos y respetarlos por parte de quienes proporcionan
los cuidados de salud, la atención prestada quizá sea inefi caz y afecte
de manera negativa los resultados.
Cultura se defi ne como patrones de conducta aprendidos, creen-
cias y valores compartidos por un grupo particular de personas.
Incluidas entre las muchas características que distinguen a los gru-
pos culturales están la manera de vestirse, lenguaje hablado, valores,
reglas o normas de comportamiento, prácticas específi cas de género,
economía, política, ley y control social, artefactos, tecnología, cos-
tumbres relativas a la dieta, así como creencias y prácticas de salud.
Promoción de la salud, prevención de entidades patológicas, causas de
enfermedad, tratamiento, hacer frente a problemas, cuidado, agonía
y muerte son parte de cada cultura. Cada persona tiene un sistema
único de creencias y valores formado, al menos en parte, por su
ambiente cultural. Este sistema de creencias y valores guía las ideas,
las decisiones y las acciones de la persona; asimismo, proporciona
una dirección para interpretar y responder a la enfermedad así como
a la discapacidad y la atención de la salud.
Para promover una relación efi ciente entre enfermera y paciente
y resultados positivos de la atención, los cuidados de enfermería
deben ser competentes y apropiados y sensibles a las diferencias
culturales. Se deben hacer todos los esfuerzos para ayudar a que los
pacientes retengan sus características culturales únicas. Al propor-
cionar alimentos especiales que poseen signifi cado y al organizar las
prácticas religiosas, tal vez permitan a los pacientes mantener un
sentimiento de integridad en un momento en que quizá se sientan
aislados de la familia y la comunidad.
Conocer el signifi cado cultural y social que tienen situaciones
particulares para cada paciente ayuda a la enfermera para evitar la
imposición de un sistema personal de valores cuando el paciente
tiene un punto de vista diferente. En la mayoría de los casos, la
cooperación con el plan de cuidados tiene lugar cuando la comu-
nicación entre la enfermera, el paciente y la familia de este último
se orienta a comprender la situación o el problema y respetar los
objetivos de cada uno entre sí.
Patrones cambiantes de la enfermedad
En los últimos 50 años, los problemas de salud de los estadouni-
denses cambiaron de manera importante. Aunque muchas en-
fermedades infecciosas fueron controladas o erradicadas, otras,
como la tuberculosis, el síndrome de inmunodefi ciencia adquirida
(sida), así como las enfermedades y las infecciones de transmisión
sexual, están en ascenso. Un creciente número de agentes infec-
ciosos se han vuelto resistentes al tratamiento con antibióticos
como resultado de su uso inapropiado y ampliamente propaga-
do. La obesidad se convirtió en una preocupación mayor y las
múltiples comorbilidades que la acompañan, como hipertensión,
cardiopatías, diabetes y cáncer, se suman de modo notable a la
mortalidad concomitante.
Trastornos que alguna vez se trataron con facilidad se han tor-
nado más complejos y ponen en riesgo la vida. La prevalencia de
enfermedades crónicas y discapacidad va en aumento debido a la
prolongación de la vida en su totalidad en Estados Unidos y los
avances en las opciones de atención y tratamiento para entidades
patológicas, como cáncer, infección por virus de la inmunodefi ciencia
humana (VIH) y fi brosis quística. Además, las mejorías en la atención
Demografía
Los cambios en la población afectan en general la necesidad de
atención y suministro de la salud. El Bureau of the Census (2007)
de Estados Unidos estimó que hay más de 303 millones de personas
en el país. El crecimiento de la población se atribuye en parte a
mejores servicios de salud pública y de nutrición.
La población no sólo está creciendo, también su composición está
cambiando. La disminución de la tasa de nacimientos y el incremen-
to de la duración total de la vida debido a una mejor atención de la
salud han generado una cifra menor de niños en edad escolar y más
personas de edad avanzada, muchas de las cuales son mujeres. Gran
parte de la población reside en áreas urbanas sumamente conges-
tionadas, con una migración estacionaria de miembros de minorías
étnicas al interior de las ciudades y una migración de miembros de
la clase media a áreas suburbanas. El número de personas sin ho-
gar, incluidas familias enteras, ha crecido de modo notable. Desde
el punto de vista cultural, la población es más diversa conforme
crecientes cantidades de personas con distintas nacionalidades en-
tran en el país.
Debido a los cambios de población, las necesidades de atención
de la salud de personas en edades específi cas, mujeres y diversos
grupos de individuos en localizaciones geográfi cas específi cas están
alterando la efi cacia de los medios tradicionales de proporcionar
atención de la salud. Como resultado, se necesitan cambios profundos
en todo el sistema que proporciona atención de la salud.
Envejecimiento de la población
En Estados Unidos, la población de personas de edad avanzada
se ha incrementado de modo importante y continuará creciendo
en años futuros. En 2003, los 35,9 millones de adultos > 65 años
de edad constituyeron 12,4 % (U.S. Bureau of the Census, 2004).
Hacia el año 2030, se espera que 20 % de la población en dicho
país será > 65 años de edad. De acuerdo con el Bureau of the Cen-
sus (2000) de Estados Unidos, el número de personas entre 65 y
74 años de edad fue ocho veces más grande en 1999 que en 1900
y la cantidad de personas de 75 a 84 años de edad fue 16 veces
mayor. Ade más, individuos ≥ 85 años de edad constituyen uno
de los segmentos de más rápido crecimiento de la población; el
número fue 34 veces más grande en 1999 que en 1900.
Las necesidades de atención de la salud de los adultos mayo-
res son complejas y requieren inversiones notables, tanto pro-
fesionales como fi nancieras, por la industria de la atención de la
salud. Muchas personas de edad avanzada sufren de múltiples
enfermedades crónicas exacerbadas por episodios agudos. En
particular, son motivo de preocupación las mujeres ancianas,
cuyos padecimientos con frecuencia se diagnostican y tratan de
manera insufi ciente. Hay aproximadamente tres mujeres por cada
dos varones en la población de mayor edad y es de esperar que
continúen superando la cifra.
Diversidad cultural
En la atención de la salud y los cuidados de enfermería es importan-
te apreciar las diversas características y necesidades de personas con
antecedentes étnicos y culturales variados. Algunas proyecciones
indican que, hacia el año 2030, la población de minorías raciales
y étnicas en Estados Unidos se triplicará. Con la creciente inmi-
gración, legal e ilegal, esta tasa puede acercarse a 50 % hacia el año
2030 (U.S. Bureau of Census, 2004). A medida que la composición
cultural de la población cambia, es cada vez más importante en-
frentar consideraciones culturales en el suministro de atención de
la salud. Pacientes de diversos grupos socioculturales no sólo traen
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