estrategia de vida no produce los resultados deseados, como sucede
a menudo, los Tipos Lindos por lo general se esmeran todavía más
en tratar de hacer las mismas cosas de mejor manera. Debido al
sentimiento de inutilidad y de desamparo que este patrón
inevitablemente produce, los Tipos Lindos son a menudo cualquier
cosa menos lindos.
Mi exploración sobre el síndrome del Tipo Lindo nació de mi propia
frustración al tratar de hacer todo “bien” y aún así nunca conseguir lo
que creía merecer. Era el típico “tipo sensible de la Nueva Era” y
estaba orgulloso de serlo. Creía ser uno de los tipos más buenos que
había, y sin embargo no era feliz.
Al explorar mis propios comportamientos de Tipo Lindo, como
sobreproteger a los demás, dar para recibir, reparar situaciones de
otros, mantener la paz, evitar el conflicto, buscar aprobación, ocultar
mis errores, etc., comencé a notar que había muchos hombres con
características similares en mis prácticas terapéuticas. Me di cuenta
de que el guión que dominaba mi vida no era un incidente aislado,
sino el producto de una dinámica social que afectaba a muchísimos
hombres adultos.
Hasta este momento, muy pocos profesionales se han tomado en
serio el problema del síndrome del Tipo Lindo u ofrecido una solución
efectiva e integral. La referencia más antigua del síndrome del Tipo
Lindo que he encontrado fue hecha por un profesional de la salud
mental, Neill Scott, LMSW-ACP y grabada en una cinta en 1985. La
cinta se titula “El Tipo Lindo y por qué siempre le va mal con las
mujeres” (ver “Recursos sugeridos para Tipos Lindos en
recuperación” al final del libro). La mayoría de las demás referencias
a los Tipos Lindos, o al síndrome del Tipo Lindo, tratan el asunto de
una forma cómica o presentando a los Tipos Lindos como víctimas
indefensas.
Por eso fue que escribí ¡No más un Tipo Lindo!.
Este libro muestra a los Tipos Lindos cómo dejar de buscar la
aprobación y empezar a conseguir lo que quieren del amor, del sexo y
de la vida. La información que presento en ¡No más un Tipo Lindo!