
BARRERAS QUÍMICAS.
La mayoría de los patógenos son muy sensibles a un entorno ácido
, donde un pH ácido inhibe el crecimiento de
microorganismos patógenos. La piel tiene en general un pH de 5.5, y contiene glándulas productoras de aceites algunos de los
cuales son ligeramente ácidos. El estómago tiene un ambiente ácido (pH 1 a 3) que evita que los microbios ingeridos colonicen
los intestinos. El ambiente ácido de la vagina y el cuello uterino mantiene un pH entre 4.4 y 4.6 y es el resultado de la
producción de ácido láctico por parte de bacterias comensales del género Lactobacillus spp.
Varios de los tejidos que están en contacto con el entorno exterior sintetizan y secretan moléculas microbicidas
que actúan
inhibiendo o matando a los microbios que intentan colonizar al individuo. La piel está protegida por varios péptidos
antimicrobianos, entre ellos mencionaremos a la psoriasina, proteína pequeña con potente actividad antibacteriana contra
Escherichia coli. Su actividad microbicida radica en alterar las membranas bacterianas y secuestrar cationes divalentes, lo cual
limita el crecimiento bacteriano. La lisozima o muramidasa
es una enzima presente en saliva, lágrimas y líquidos del tracto
respiratorio, que hidroliza los enlaces beta 1-4 existentes entre los residuos de ácido N-acetilmurámico y N-acetil-D-
glucosamina en un peptidoglucano, presente en las bacterias gram positivas.
Los péptidos antimicrobianos por lo general son ricos en cisteínas, catiónicos y anfipáticos. Debido a su carga positiva y
naturaleza anfipática, interactúan con fosfolípidos ácidos de las bicapas lípidicas y alteran las membranas de bacterias,
hongos, parásitos y virus con envoltura. Alternativamente, pueden penetrar en la célula para unirse a moléculas intracelulares
que son cruciales para la vida celular. Los principales péptidos antimicrobianos de seres humanos son las α defensinas y las β
defensinas. Las defensinas son péptidos catiónicos de 28 a 34 aminoácidos ricos en cisteínas con 3 enlaces disulfuro
intracadena. Las defensinas son producidas por las células epiteliales de las superficies mucosas y leucocitos que contienen
gránulos. Las células de Paneth del interior de las criptas del intestino delgado son productoras de α defensinas. Las
defensinas de las células de Paneth se llaman a veces cripticidinas; su función es limitar la cantidad de microorganismos en la
luz intestinal.
Las catelicidinas son péptidos de 12 a 80 residuos de aminoácidos y es producida por los neutrófilos y barreras epiteliales
como piel, el tubo digestivo y aparato respiratorio. Las catelicidinas activas protegen contra las infecciones por múltiples
mecanismos, como la toxicidad directa sobre una amplia variedad de microorganismos y alteran las membranas bacterianas.
El epitelio del tracto respiratorio secreta diversos lípidos y proteínas lubricantes llamados surfactantes. Dos proteínas
surfactantes, SP-A y SP-D, que están presentes en los pulmones, así como en las secreciones de epitelios mucosos, son una
clase de proteínas de unión a microbios llamadas “colectinas” (proteínas triméricas o hexaméricas que contiene un dominio
colágeno y que se unen a grupos de componentes carbohidrato, lípido y proteína de superficies microbianas), con propiedades
lipófilas tensioactivas, se unen a varios microorganismos y actúan como opsoninas, lo que facilita su ingestión por los
macrófagos. SP-A
se une a polisacáridos complejos que cubren muchas de las formas capsuladas de las bacterias, SP-D sólo
se une a lipopolisacárido presente en bacterias gram negativas.
BARRERAS BIOLÓGICAS: MICROBIOS COMENSALES.
Los microbios comensales son aquellos que se encuentran en una relación de simbiosis con el cuerpo. La piel y el tubo
digestivo están colonizados por alrededor de 500 bacterias comensales y otras especies microbianas que conforman alrededor
del 95% del total de células presentes en el cuerpo. Los microbios comensales pueden causar enfermedad en personas que se
encuentran inmunodeprimidas. Cualquier alteración de la flora normal del cuerpo puede conducir a la enfermedad. La colitis
seudomembranosa es causada por Clostridium difficile, bacteria patógena que produce una toxina que daña el tubo digestivo y
provoca diarrea, contracciones abdominales y fiebre. La enfermedad puede darse después de un tratamiento con antibióticos
de amplio espectro.
Jesús Ortega Luis.
Secreciones de mucosas/glandulares.
Hidroliza peptidoglicano.
Secreciones de mucosas/glandulares.
Se une a hierro y lo secuestra, limita crecimiento bacteriano; altera
membranas microbianas y limita la infectividad de algunos virus.
Piel y epitelios de mucosas.
Altera la membrana de bacterias, efectos tóxicos dentro de la célula.
Altera la membrana de bacterias, efectos tóxicos dentro de la célula.
Secreciones del tracto respiratorio.
Bloquea componentes de la superficie bacteriana y promueve
fagocitosis.