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Anna O. Fue paciente de Breuer desde 1880 hasta 1882. Con
21 años de edad, Anna invirtió la mayoría de su tiempo cuidando
de su padre enfermo, desarrollando una tos importante que no
tenía una explicación física, así como dificultades para hablar,
que finalizaron en un mutismo completo, seguido de expresiones
sólo en inglés, en vez de su lengua natal, el alemán. Cuando su
padre falleció, la paciente empezó a rechazar la comida y
desarrolló una serie inusual y extraña de síntomas. Perdió la
sensibilidad en las manos y pies, parálisis parciales y espasmos
involuntarios. También presentaba alucinaciones visuales y
visiónde túnel. Toda vez que los médicos examinaban a Anna
para estudiar estos síntomas queparecían físicos, no encontraban
ninguna causa física demostrable. Además de estos síntomas,
por si no fuera poco, presentaba fantasías infantiloides, cambios
dramáticos de humor y varios intentos de suicidio. El diagnóstico
de Breuer fue de lo que se llamaba en aquel momento histeria
(hoy, trastorno de conversión), lo que significaba que tenía
síntomas que parecían físicos, pero no lo eran.
En las noches, Anna se sumía en unos estados de "hipnosis
espontánea", tal y como Breuer les llamó, a los que la propia
paciente designó "nubes". (Anna tenía una formación intelectual
alta y era una mujer muy preparada; así que no es de extrañar
que ella utilizase términos muy precisos, incluso técnicos para
designar algunos de sus estados, como en el caso de los estados
hipnoides, llamándoles nubes. Breuer se dio cuenta deque, a
pesar de estos estados de trance, la paciente podía hablar de sus
fantasías diurnas y de otras experiencias, sintiéndose mejor
posteriormente. Anna llamó a estos episodios "limpieza de
chimenea" y "la cura por la palabra". En algunas ocasiones,
durante la "limpieza de chimenea", Anna proporcionaba algunos
datos que daban comprensión particular a algunos de sus
síntomas. El primer dato sobrevino justo después de negarse a
ingerir agua durante un tiempo: recordaba ver auna mujer
bebiendo agua de un vaso que un perro había lamido antes.
Cuando recordaba esta imagen, se disgustaba y le sobrevenía una
sensación intensa de asco…solo para inmediatamente después
¡beberse el vaso de agua!. En otras palabras, su síntoma (la
hidrofobia) desaparecía tan pronto se verbalizaba y se sentía la
sensación particular de asco; es decir, la base del síntoma. Breuer
llamó catarsis, del griego referido a "limpieza", a estos estados
de recuperación espontánea. 11 años más tarde, Breuer y su
asistente, Sigmund Freud, escribieron un libro sobre la histeria,
donde explicaban su teoría. Toda histeria es el resultado de una
experiencia traumática que no puede aceptarse en los valores y