de los pacientes con hiperuricemia, la misma se ha relacionado con la disfunción endotelial y la
proliferación de las CMLV (J Am Soc Nephrol 2002; 13: 2888-2897); la hiperuricemia incrementa un
16% la mortalidad por cualquier causa y un 39% por enfermedad cardiovascular.
Además se ha demostrado por estudios que el ácido úrico desencadena un proceso inflamatorio en
las CMLV con activación de las MAPK, NFkB, IL1β, TNF-α, IL-6- IL-18 y con aumento en la
expresión de la COX-2, MCP-1 y endotelina-1 (Hypertension 2003; 41: 1287-1293), activación de las
células endoteliales (Seminars in Nephrology 2005; 25: 39-42), activación e incremento en la
adhesividad plaquetaria (Clinica chimica Acta 2008; 392: 1-7), y sobreregula la expresión del factor
de crecimiento derivado de las plaquetas (Journal of Biological Chemistry 1991; 266: 8604-8608),
bloquea la síntesis de NO, y estimula la degradación de L-arginina (Med Sci Monit 2016; 22:
2501-2512).
Altos niveles de ácido úrico pueden promover la peroxidación lipídica (Am J Cardiol 1991; 68:
392-395), lo que conduce a un incremento en la adhesividad plaquetaria, resultando en la formación de
un trombo que contribuye al desarrollo de la aterosclerosis., también puede estimular la formación
de ROS lo que contribuye al daño del endotelio (Br J Clin Pharmacol 2000; 49:511), además la
hiperuricemia se correlaciona con inflamación crónica en la falla cardíaca crónica, además se asocia
con aumentos en los niveles de PCR (J Am Soc Nephrol 2005; 16: 3553-3562), proteína identificada
como un importante marcador de IAM, stroke y enfermedad cardiovascular.
Hiperuricemia e hipertensión
En la actualidad existe evidencia que vincula las concentraciones elevadas de AU con el desarrollo de la
hipertensión arterial (HTA), la observación de que ésta procede al surgimiento de la HTA, indica que
puede desempeñar papel patogénico potencial y que no es simplemente uno de los efectos de la HTA.
Numerosos estudios reportan que la hiperuricemia incrementa el riesgo relativo para desarrollar
hipertensión en los próximos 5 años, independientemente de otros factores, en los pacientes con
gota la hipertensión está presente entre el 25-50% de los casos.
Alrededor de un tercio de los pacientes hipertensos presentan hiperuricemia, en hipertensos y
diabéticos la asociación entre hiperuricemia y aparición de eventos cardiovasculares parece más nítida
que en la población general, el riesgo relativo se incrementa en forma directa con la concentración de
AU y es independiente de otros factores.
Con respecto a la hiperuricemia en la hipertensión es debido a varios factores: 1-bloquea la producción
de NO porque aumenta la producción de ROS lo que conduce a la fosforilación en el residuo Thr495 de
la NOS por la PKC, disminuyendo la interacción de la NOS con la Calmodulina; 2-disminuye la
fosforilación en el residuo Ser1177 por PI3K/Akt mediado por la insulina ya la hiperuricemia genera
resistencia la insulina, 3-estimula la síntesis de endotelina ya que está incrementada la vía de las MAP
kinasas, 4- disminuye la captación de arginina, 5-activa los canales de Na en el riñón aumentando su
reabsorción, 6-genera injuria endotelial, 7- disminuye la producción de adiponectina en el tejido adiposo,
8-activa al sistema renina angiotensina (Am J Transl Res 2018; 10: 2749-2763.