
Bipedestación
Los seres humanos somos bípedos. Nos paramos y caminamos con un tronco erguido y
las rodillas extendidas, que están casi en línea recta. Por otra parte, somos plantígrados, es
decir, que apoyamos toda la longitud del pie en el suelo, mientras que la mayoría de los
medianos a grandes mamíferos son: digitígrados, es decir, que se paran y caminan en puntas
de pie, o ungulados, es decir, que se paran y caminan sobre las pezuñas ubicadas en la punta
de los dedos de los pies.
Cuando nos encontramos inmóviles, la tierra ejerce una fuerza en los pies llamada
"fuerza de reacción del suelo”, que es igual y opuesta al peso corporal. Este último actúa como
"centro de gravedad”, sobre un punto que pasa un poco por encima de la articulación de la
cadera y anterior a la columna vertebral. La fuerza sobre el terreno se centra verticalmente
debajo de él, en el centro de presión. Cuando nos encontramos parados con comodidad, el
centro de presión pasa, por lo general, a la altura de la mitad de camino entre los metatarsos
de ambos pies. No permanecemos absolutamente inmóviles, pero nos balanceamos poco. A
medida que envejecemos, nuestro control postural se deteriora. Éste es un factor en el
desarrollo de inestabilidad y en el aumento del riesgo de caídas.
Al considerar la distribución de la carga en el miembro inferior, el conocimiento de la
alineación del miembro es importante. El "eje anatómico" es producido por líneas que pasan a
lo largo de los ejes del fémur y de la tibia, y por lo tanto, forman un ángulo en la rodilla de 5° a
7°. El “eje mecánico” es una línea recta que une los centros de la cabeza del fémur y el tobillo.
No se ha definido donde pasa exactamente la línea: por convención, se toma que pasa por el
centro, pero bien podría estar más medial. En la tibia, los ejes mecánicos y anatómicos
coinciden. Si bien el peso del cuerpo actúa sobre una línea vertical desde el centro de
gravedad hacia el suelo, la línea del eje mecánico de los miembros inferiores se inclina 3° de
éste, en la posición normal, con los tobillos más cerca que las caderas.
En el plano sagital, el peso corporal actúa a lo largo de una línea que pasa a unos
centímetros por delante de la articulación talocrural, ejerciendo una fuerza que debe ser
equilibrada por los músculos flexores plantares. Algunas investigaciones electromiográficas de
pie han encontrado esta actividad principalmente en el músculo sóleo, pero otros han
encontrado una actividad moderada en los gastrocnemios también. En cualquier caso, parece
probable que la actividad se realiza principalmente en las fibras tipo I (lenta oxidativa), ya que