SISTEMA NERVIOSO AUTONOMO E HIPOTÁLAMO
El sistema nervioso autónomo controla el miocardio, el músculo liso y las glándulas exocrinas. En
cambio el sistema nervioso somático controla el músculo esquelético.
El núcleo amigdalino y las áreas de asociación límbicas de la corteza cerebral controlan a través del
hipotálamo el sistema nervioso autónomo. El hipotálamo se encarga de asegurar la homeostasis del
organismo. Este actúa sobre el sistema nervioso autónomo, el sistema endocrino y un sistema
nervioso relacionado a la motivación.
Es un sistema sensitivo y motor visceral; e involuntario. Los reflejos viscerales están
mediados por circuitos del tronco encefálico o la médula espinal. El sistema nervioso autónomo se
divide en tres: simpático, parasimpático y entéricos. Las dos primeras inervan el musculo cardíaco,
el musculo liso y los tejidos glandulares y se relacionan con los reflejos viscerales. Estas abarcan las
neuronas sensitivas de los nervios raquídeos y craneales, las neuronas motoras preganglionares y
posganglionares, y los circuitos del sistema nervioso central que unen las neuronas motoras y
sensitivas.
La entérica tiene mayor autonomía con un sistema independiente, consta de las neuronas motoras y
sensitivas del tubo digestivo que ayudan a los reflejos digestivos.
Walter B. Cannon plantea las divisiones simpáticas con distintas funciones. El sistema nervioso
parasimpático es responsable del reposo y la digestión, mantener la frecuencia cardíaca basal, la
respiración y el metabolismo. El sistema nervioso simpático dirige la reacción de emergencia, de
lucha o huida. Este estimula al corazón y a otras vísceras, a los vasos periféricos y las glándulas
sudoríparas, y a los músculos del pelo y algunos oculares.
Las vías simpáticas y parasimpáticas se encuentran activas y actúan entre sí y con el sistema motor,
para controlar parte del comportamiento en situaciones de emergencia. Estas dos ejercen efectos
opuestos sobre los tejidos inervados, para mantener la estabilidad del medio interno ante
condiciones externas variables.
Cannon plantea que el sistema nervioso autónomo en control del hipotalámico ayuda a la regulación
por retroacción. El hipotálamo controla los circuitos que median los componentes periféricos de los
estados emocionales. También la hipófisis y el sistema endócrino.
Cada una de las tres divisiones del sistema nervioso autónomo tiene una organización
anatómica diferenciada. Las neuronas motoras del sistema nervioso autónomo están situadas fuera
del sistema nervioso central. En el sistema motor somático las neuronas motoras están dentro del
sistema nervioso central, ubicadas en la médula espinal y el tronco encefálico y se dirigen al
músculo esquelético. Sin embargo las neuronas de los sistemas motores simpáticos y
parasimpáticos están fuera de la médula espinal, en los ganglios autónomos. Las neuronas
posganglionares son puestas en marcha por axones de las neuronas centrales (neuronas
preganglionares). En el sistema motor visceral hay una sinapsis entre la neurona eferente del
sistema nervioso central y su objetivo periférico.
Los sistemas nerviosos simpático y parasimpático contienen componentes sensitivos que mandan
aferencias importantes para los reflejos autónomos, hacia el sistema nervioso central.
La trasmisión sináptica se dan en varios puntos de las terminales axonicas ramificadas de los
nervios autónomos. Las neuronas del sistema motor autónomo tienen un control mas difuso de los
tejidos en los que actúan, por lo que pocas fibras motoras muy ramificadas pueden controlar
grandes masas de músculo liso o tejido glandular.
Las vías simpáticas transmiten eferencias toracolumbares a los ganglios situados a lo
largo de la médula espinal. Las neuronas preganglionares simpáticas forman una columna que va
desde el primer segmento dorsal hasta los segmentos lumbares rostrales. Los axones de estas
neuronas junto con el nervio raquídeo, salen de la médula espinal por medio del asta anterior. Mas
tarde se separan de los axones motores y se proyectan a los ganglios de las cadenas simpáticas de la
médula espinal.
Los axones de las neuronas preganglionares dejan la médula espinal, para que puedan inervar
ganglios simpáticos rostrales o caudales por medio del tronco nervioso simpático que conecta a los
ganglios. La mayoría de estos axones son fibras mielinizadas de diámetro pequeño y conducción
relativamente lenta. Estas forman sinapsis con neuronas posganglionares. La proporción de fibras
preganglionares y posganglionares en el sistema nervioso es de 1:10. Los axones de las neuronas
posganglionares son amielínicos y abandonan los ganglios por medio de los ramos comunicantes
grises.
Las células posganglionares están ubicadas en el ganglio cervical superior; extensión rostral de la
cadena simpática. Las fibras posganglionares que están en el cuerpo viajan con los nervios
raquídeos a cumplir sus metas; sin embargo los axones de estas fibras lo hacen a través de las ramas
de las arterias carótidas.
Las neuronas de los ganglios paravertebrales dorsales bajos y lumbares inervan los vasos
sanguíneos periféricos, las glándulas sudoríparas y el músculo liso horriplilador. Los ganglios
prevertebrales abarcan el ganglio celíaco y los ganglios mesentéricos superior e inferior. Las
neuronas de estos inervan el aparato digestivo y los órganos digestivos accesorios, incorporados el
páncreas, el hígado, e inervación simpática a los riñones, la vejiga y los genitales. Por otro lado los
axones preganglionares discurre por el nervio esplácnico torácico hacia el abdomen e inervan la
médula suprarrenal, la cual segrega adrenalina y noradrenalina a la circulación. Las células de la
médula suprarrenal están vinculadas con las neuronas posganglionares simpáticas.
Las vías parasimpáticas emiten eferencias desde los núcleos del tronco encefálico y la
médula sacra a ganglios muy dispersos. Las células preganglionares centrales de los nervios
parasimpáticos se encuentran en diversos núcleos del tronco encefálico y en los segmentos S2- S4
de la médula espinal sacra. Los axones de estas son muy largos ya que los ganglios parasimpáticos
están próximos a los órganos viscerales; a contrario los ganglios simpáticos están a cierta distancia
de sus objetivos.
Los núcleos parasimpáticos del tronco encefálico abarcan el núcleo de Edinger Westphal
(relacionado con el III par craneal), los núcleos salivar superior e inferior (VII y IX par craneal), y
el núcleo dorsal del vago y el núcleo ambiguo (X par craneal). Los axones preganglionares
abandonan el tronco encefálico por medio de los pares cranales III, VII y IX. Las fibras
preganglionares parasimpáticas del núcleo dorsal del vago se proyectan por medio del X par craneal
a las neuronas posganglionares. Las neuronas del núcleo ambiguo ventrolateral son la principal
fuente de inervación parasimpática de los ganglios cardíacos, que inervan el corazón, el esófago y
las vías respiratorias.
Los axones de las neuronas parasimpáticas medulares dejan la médula por las raíces ventrales y se
proyectan por el nervio pélvico hacia el plexo ganglionar pélvico.
El sistema nervioso simpático inerva tejidos de todo el cuerpo, al contrario la distribución del
parasimpático es mas limitada, y su divergencia es menor.
El sistema nervioso entérico es en gran parte autónomo. Este controla la función del tubo
digestivo, el páncreas y la vesícula biliar. Esta compuesto por neuronas sensitivas locales e
interneuronas, neuronas motoras. Las neuronas motoras entéricas controlan el músculo liso
intestinal, los vasos sanguíneos locales y la secreción por la mucosa. El sistema nervioso entérico
humano tiene de 80 a 100 millones de neuronas.
Los cuerpos neuronales y las fibras se extienden sin interrupción por todo el tubo digestivo; el plexo
mientérico ubicado entre la capa muscular lisa longitudinal externa y circular interna. Y el plexo
submucoso entre la capa muscular circular y la mucosa. Este último es encargado del control de las
funciones secretoras del intestino, mientras que el primero (mientérico) controla la motilidad
intestinal. Ambos se conectan y abarcan neuronas motoras y neuronas sensitivas.
El sistema nervioso entérico es relativamente independiente del sistema nervioso central, aún
teniendo aferencias simpáticas y parasimpáticas; lo que las diferencia es la cantidad de neuronas
entéricas. Las fibras preganglionares parasimpáticas se proyectan hacia los ganglios entéricos del
estómago, el colon y el recto. Las fibras simpáticas en los ganglios paravertebrales y los ganglios
prevertebrales.
El esófago, el estómago dependen de la inervación por el simpático y el parasimpático para poder
funcionar normalmente.
Las aferencias sensitivas producen una extensa gama de reflejos viscerales. Para que la
homeostasis se mantenga, el sistema nervioso autónomo actúa a estímulos sensitivos, algunos
somatosensitivos. El estímulo activa las aferencias nocieptivas del haz espinotalámico con
colaterales del axón a una zona del bulbo ventrolateral que coordina los reflejos.
La homeostasis necesita información sobre el estado interno del cuerpo; información de las
cavidades torácica y abdominal alcanzan el cerebro por el nervio vago. El nervio glosofaríngeo
tambien trasmite información sensitiva visceral de la cabeza y el cuello. Ambos nervios y también
el nervio facial brindan información sensitiva visceral y del gusto; establecen sinapsis de forma
topográfica en el núcleo solitario. La información del gusto se da en la parte mas anterior; la
información gastrointestinal en la zona media; las aferencias cadiovasculares en la posición
caudomedial; y las aferencias respiratorias en la parte caudolateral del núcleo.
El núcleo solitario distribuye la información sensitiva visceral por el cerebro por medio de tres vías
principales. Neuronas del núcleo solitario, neuronas preganglionares del bulbo raquídeo y la médula
espinal. Las proyecciones del núcleo solitario a la médula espinal participan en las respuestas
respiratorias reflejas a la insuflación pulmonar.
Hay neuronas del núcleo que se proyectan a la formación reticular bulbar lateral que conectan con
otras neuronas premotoras que organizan reflejos autónomos mas complejos y estructurados; otras
controlan respuestas complejas como el vómito y el ritmo respiratorio.
El núcleo solitario también brinda aferencias sensitivas viscerales a una red de grupos celulares que
se extiende desde la protuberancia y el mescencéfalo hasta el hipotálamo, el núcleo amigdalino y la
corteza cerebral.
EL PRIMER AISLAMIENTO DE UN TRASMISOR QUÍMICO
La primera prueba convincente de un neurotransmisor se obtuvo recién en 1920 luego de varías
pruebas. Otto Loewi estudió la inervación autónoma de dos corazones de rana aislados, latiendo. El
experimento se realizó con el corazón de una rana y sus resultados son el fundamento de la teoría de
la trasmisión química del impulso nervioso. Los resultados demostraban inequívocamente que los
nervios no influyen directamente sobre el corazón sino que liberan de sus terminales sustancias
químicas especificas que provocan las modificaciones de la función cardíaca características de la
estimulación de sus nervios.
Los reflejos autónomos diferenciados producen respuestas viscerales lentas y rápidas. El
sistema nervioso autónomo controla varios reflejos viscerales y oculares. Algunos de los reflejos
son rápidos, como la adaptación del tamaño de la pupila a la luz; otros como la secreción glandular,
son lentos.
Reflejos oculares. El sistema nervioso autónomo controla dos movimientos del ojo: la abertura de
las pupilas y el enfoque del cristalino. Las fibras simpáticas del ganglio cervical superior inervan los
músculos del iris que dilatan la pupila, a su vez las fibras parasimpáticas inervan las fibras
musculares circulares del iris que producen costricción pupilar.
El enfoque del cristalino esta bajo control parasimpático de los músculos ciliares, en cambio el
músculo de Muller retrae los párpados y se encuentra bajo control simpático.
Reflejos cardiovasculares. La presión arterial se determina por el gasto cardíaco y la resistencia al
flujo sanguíneo a través de los vasos sanguíneos. El sistema simpático aumenta la frecuencia
cardíaca y la potencia de contracción, en cambio el parasimpático disminuye la frecuencia cardíaca.
En la vasodilatación parasimpática intervienen mensajeros químicos no convencionales (óxido
nítrico). La mayoría de las arteriolas sistémicas poseen un grado de vasoconstricción hasta la mitad
de su diámetro máximo por la actividad tónica simpática. Si esta disminuye produce vasodilatación,
por lo contrario si aumenta vasoconstricción.
El tono vasoconstrictor simpático se da por la activación frecuente de neuronas. La activación de las
neuronas sensibles a la presión (barorreceptores) que inervan el cayado aórtico y el seno carotídeo,
mandan una señal de aumento de la presión arterial al núcleo solitario. Las neuronas de este núcleo
excitan las interneuronas del bulbo ventrolateral caudal; al mismo tiempo inhiben las neuronas
vasomotoras tónicas y excitan las neuronas vagales cardimotoras.
La noradrenalina y la acetilcolina actúan sobre el corazón, la primera actúa sobre el músculo
cardíaco estimulando la frecuencia cardíaca y la fuerza de contracción. La activación de los
receptores β- adrenérgicos disminuye el umbral de activación de las células marcapaso cardíacas del
nódulo sinoauricular, por lo tanto aumenta la frecuencia cardíaca. La acetilcolina (Ach) es liberada
por las terminales nerviosas parasimpáticas. Esta lentifica el corazón actuando sobre los receptores
en los cardiocitos de los nódulos sinoauricular y auriculoventricular del músculo cardíaco. La
hiperpolarización de las células sinoauriculares tienen un efecto de control de puerta de un canal de
potasio (K) por una proteína G, activada por el receptor muscarínico. La acetilcolina disminuye la
frecuencia cardíaca aumentando el umbral de activación de las células de marcapasos, de forma
contraria a la noradrenalina.
Reflejos glandulares. Las glándulas nasales, lagrimales y varias gastrointestinales son estimuladas
por aferencias parasimpáticas. Las glándulas entéricas que estimula el parasimpático están en el
tubo digestivo alto, en la boca y el estómago. Las glándulas salivales responden con secreción tanto
a la estimulación parasimpática como simpática. Esta última produce una secreción viscosa, sin
embargo el parasimpático genera una saliva más abundante y acuosa.
La actividad simpática reduce la secreción glandular, ya que provoca vasoconstricción, al contrario
la parasimpática aumenta el flujo sanguíneo local, promoviendo la secreción.
Reflejos gastrointestinales. La función gastrointestinal se encuentra bajo control de muchos reflejos
autónomo, algunos dependen de aferencias de los sistemas nerviosos parasimpático y simpático. En
cambio otros están bajo control local del sistema nervioso entérico.
En el momento que el alimento pasa por el intestino, empuja hacia afuera la pared intestinal,
distendiendo las neuronas sensitivas de la pared. Cuando estas están distendidas activan las
interneuronas y las neuronas motoras del plexo mientérico para mover el alimento hacía adelante.
El peristaltismo empieza con la activación de las neuronas motoras excitadoras, a su vez la
activación refleja de las neuronas motoras inhibidoras relaja el músculo liso circular del extremo
anal de la distención. Las ondas de contracción y relajación de la pared intestinal impulsan el
alimento por los intestinos. El óxido nítrico es el encargado de la relajación muscular lisa en el
peristaltismo.
Reflejos urogenitales. La aferencia excitadora a la pared vesical que causa contracción y promueve
el vaciamiento es parasimpática. La activación de las neuronas posganglionares parasimpáticas en
el plexo ganglionar pélvico cercano a la vejiga y dentro de la pared vesical contrae el músculo liso
vesical.
El sistema nervioso simpático relaja el músculo liso de la vejiga. Los axones de las neuronas
simpáticas preganglionares van desde la médula espinal dorsal y lumbar superior al ganglio
mesentérico inferior. Durante el llenado de la vejiga el sistema simpático estimula la relajación de la
pared vesical y mantiene el cierre del esfínter interno.
Las neuronas motoras son estimuladas por aferencias viscerales cuando la vejiga está parcialmente
llena, a medida que esto sucede las aferencias sensitivas medulares mandan esta información a una
región de la protuberancia que coordina la micción. Las vías descendentes del núcleo de Barrington
provocan la inhibición coordinada de los sistemas simpático y somático. Cuando se produce un
reflejo medular como resultado de la distensión excesiva la micción es incompleta. Por lo tanto las
infecciones urinarias son frecuentes y puede ser necesario vaciar la vejiga mecánicamente o
mediante sondaje.
El tejido eréctil esta controlado por el sistema nervioso parasimpático en el cuál participan neuronas
que producen óxido nítrico. La secreción glandular está mediada por el parasimpático. La
eyaculación de los varones está dada por el simpático de las vesículas seminales y el conducto
deferente, también participan los músculos estriados del suelo de la pelvis.
Algunos reflejos sexuales simples se pueden activar aun después de la sección medular completa.
Las neuronas autónomas emplean diversos transmisores químicos. Las células
ganglionares autónomas integran aferencias del sistema nervioso central y de la periferia. La
mayoría de las fibras sensitivas son amielínicas y pueden liberar neuropéptidos como la sustancia P
y el péptido relacionado con el gen de la calcitonina, sobre las células ganglionares. Las fibras
preganglionares utilizan fundamentalmente acetilcolina y noradrenalina como transmisores.
La trasmisión ganglionar implica potenciales sinápticos rápidos y lentos. La actividad
preganglionar en las neuronas posganglionares induce respuestas breves como prolongadas. El
potencial postsináptico excitatorio rápido alcanza el tamaño necesario para generar un potencial de
acción en la neurona posganglionar, y es considerada la principal vía sináptica de los dos sistemas,
simpático y parasimpático. La acetilcolina provoca potencial postsináptico excitatorio (PPSE)
lentos y potenciales postsinápticos inhibitorios (PPSI) en las neuronas posganglionares. Los PPSE o
PPSI lentos están regulados por receptores muscarínicos de acetilcolina. El potencial excitador lento
se da al abrir los canales de Na+ y Ca (2+) y al cerrar los canales de K+ de tipo M.
El potencial inhibitorio lento es consecuencia de la apertura de los canales de K+, permitiendo que
los iones de este salgan al exterior de las terminales nerviosas, produciendo hiperpolarización.
La estimulación de alta frecuencia de los nervios preganglionares induce la liberación del péptido,
provocando un PPSE lento de larga duración en las neuronas posganglionares. El PPSE lento
peptidérgico también se da con el cierre de los canales de tipo M y con la apertura de los canales de
Na+ y Ca (2+). El potencial excitador peptidérgico altera la excitabilidad de las células ganglionares
autónomas durante períodos prolongados.
La noradrenalina y la acetilcolina son los transmisores predominantes del sistema
nervioso autónomo. Las neuronas posganglionares liberan noradrenalina que actúan sobre
receptores adrenérgicos diferentes, de los cuales existen cinco tipos diferentes.
El ATP y la adenosina poseen potentes acciones extracelulares. El trifosfato de adenosina
(ATP) es un cotransmisor importante en las neuronas simpáticas posganglionares. Estas actúan
sobre los canales iónicos controlados por el APT.
El núcleotido adenosina se da por hidrólisis del ATP y es reconocido por los receptores purinérgicos
P localizados tanto pre- como postsinápticamente. La adenosina puede amortiguar la función
simpática tras una excitación simpática intensa, activando los receptores en las terminaciones
nerviosas simpáticas que inhiben al siguiente de la liberación de noradrenalina y ATP.
En las neuronas autónomas hay muchos neuropéptidos diferentes. Los neuropéptidos se
encuentran con la noradrenalina y la acetilcolina en las neuronas autónomas. Las neuronas
preganglionares colinérgicas de la médula espinal y el tronco encefálico y sus terminales de los
ganglios autónomos pueden contener encefalinas, neurotesina, somatostatina o sustancia P. Las
neuronas posganglionares simpáticas noradrenergicas pueden expresar diversos neuropéptidos.
Una red autónoma central coordina la función autónoma. Las funciones autónomas
coordinan entre si y con las necesidades del individuo en cada momento. Esto depende de las
estructuras del tronco encefálico y el prosencéfalo que forman una red autónoma central. El núcleo
solitario es importante ya que recibe aferencias viscerales de los pares craneales VII, IX y X y luego
utiliza esta información para regular la función autónoma de dos maneras. El núcleo solitario va
hacia las neuronas que coordinan respuestas autónomas simples en el tronco encefálico y la médula
espinal. Otras aferencias del núcleo solitario inervan neuronas en la formación retricular
ventrolateral bulbar y controlan la presión arterial regulando el flujo sanguíneo a diferentes lechos
vasculares. El núcleo solitario actúa con la función autónoma en respuestas endocrinales y
conductuales mas complejas.
El flujo de salida sensitivo visceral del núcleo solitario es trasmitido al prosencéfalo por el núcleo
parabraquial. Este último rodea el pedúnculo cerebeloso superior en la parte mas elevada de la
protuberancia, y envía aferencias al hipotálamo, la sustancia gris periacueductal, el complejo del
núcleo amigdalino, el tálamo sensitivo visceral y la corteza. También recibe conexiones
descendentes de esas regiones.
La sustancia gris periacueductal rodea el acueducto de Silvio en el mesencéfalo. Esta recibe
aferencias del núcleo solitario, del núcleo parabraquial y del hipotálamo.
El complejo amigdaloide se encarga de la regulación de los componentes autónomos de respuestas
conductuales condicionadas. Las aferencias al núcleo amigdalino que vienen de la corteza y el
tálamo se ocupan de la conducta, mientras que el núcleo central recibe aferencias del sistema
autónomo central.
Las zonas viscerales del tálamo y la corteza sensitiva visceral reciben aferentes del núcleo
parabraqueal. Las áreas talámicas sensitivas viscerales están localizadas en un núcleo de células
pequeñas adyacente al complejo ventral posterior.
El gusto está localizado en la parte anterior de la corteza de la ínsula, en cambio las sensaciones
gastrointestinales y cardiorespiratorias se sitúan mas atrás. La corteza sensitiva visceral interacciona
con una porción del extremo anterior de la corteza del cuerpo calloso, llamada área infralímbica. La
corteza insular anterior y las áreas infralímbicas se proyectan hacia el núcleo amigdalino, el
hipotálamo, la sustancia gris periacueductal, el núcleo parabraquial, el núcleo solitario y la
formación reticular del bulbo.
El hipotálamo integra las funciones autónomas y endocrinas con la conducta. El
hipotálamo es importante en la regulación del sistema nervioso autónomo. Este funciona integrando
la respuesta autónoma y la función endocrina con el comportamiento. Ademas regula cinco
necesidades fisiológicas básicas: controlar la presión arterial y la composición electrolítica, regular
la temperatura corporal, controlar el metabolismo energético, regular la reproducción, y controlar la
respuesta de emergencia al estrés.
El hipotálamo regula estos procesos vitales básicos mediante tres mecanismos principales. Primero
accede a la información sensitiva de casi todo el cuerpo, luego compara la información sensitiva
con valores de referencia biológicos, y por último detecta una desviación respecto al valor de
referencia y ajusta un conjunto de respuestas autónomas, endocrinas y conductuales.
El hipotálamo contiene grupos especializados de neuronas agrupados en núcleos. El
hipotálamo es pequeño ya que solo pesa 4 gramos del total de los 1400g del encéfalo humano
adulto. Este se puede dividir en tres regiones: anterior, medio y posterior. La primera es el área
preóptica que se ocupa fundamentalmente de la integración de diferentes clases de información
sensitiva. El área preóptica controla la presión arterial y la composición de la sangre; los ciclos de
actividad, la temperatura corporal y muchas hormonas. La segunda contiene los núcleos
ventromedial, paraventricular, supraóptico e infundibular. También contiene neuronas que inervan
las neuronas preganglionares parasimpáticas y simpáticas del bulbo raquídeo y la médula espinal.
La tercer parte comprende el cuerpo mamilar y el área hipotalámica posterior situada sobre el.
Ademas el núcleo tuberomamilar importante para la regulación de la vigilia y la excitación.
Los principales núcleos del hipotálamo en su mayor parte están situados en la parte medial del
hipotálamo. También un sistema de fibras mas pequeñas se localiza aquí en la pared del tercer
ventrículo.
El hipotálamo controla el sistema endocrino. Lo hace de forma directa secretando
productos neuroendocrinos a la circulación general desde la neurohipófisis, e indirectamente
vertiendo hormonas al sistema portal local.
Las neuronas magnocelulares secretan oxitocina y vasopresina directamente de la
neurohipófisis. Las grandes neuronas de los núcleos paraventricular y supraóptico forman la región
magnocelular del hipotálamo.
Los péptidos circulan hacia los órganos diana del cuerpo que controlan el equilibrio hídrico y la
secreción de leche. La oxitocina y la vasopresina son péptidos que contienen nueve residuos de
aminoácidos.
Las hormonas son sintetizadas en el cuerpo celular y se desdoblan en el interior de las vesículas de
transporte durante el viaje por los axones. La neurofisina formada en las neuronas que secretan
vasopresina es distinta a la producida en las neuronas que liberan oxitocina.
Las neuronas parvocelulares secertan péptidos que regulan la liberación de hormonas
adenohipofisarias. Geoffrey Harris en los años 50 propuso que la adenohipófisis esta regulada de
forma indirecta por el hipotálamo. Para este las venas portales hipofisarias llevan sangre del
hipotálamo a la adenohipófisis. Las hormonas peptídicas pertenecen a dos clases: hormonas
liberadoras y hormonas inhibidoras de la liberación.
Las neuronas que elaboran hormonas liberadoras se encuentran principalmente a lo largo de la
pared del tercer ventrículo. Las neuronas de la hormona liberadora de geonadotropina se encuentran
en la porción basal del tercer ventrículo. Las neuronas productoras de somatostatina, hormona
liberadora de corticotropina y dopamina están en posición mas dorsal y se encuentran en la pared
medial del núcleo paraventricular.
La eminencia media contiene un plexo de finas asas capilares. La sangre fluye a continuación de la
eminencia media hacia un sistema venoso secundario que la trasporta a la adenohipófisis.
7SISTEMA-NERVIOSO-AUTONOMO-E-HIPOTÁLAMO.pdf
browser_emoji Estamos procesando este archivo...
browser_emoji Lamentablemente la previsualización de este archivo no está disponible. De todas maneras puedes descargarlo y ver si te es útil.
Descargar
. . . . .