Los cálculos pueden aumentar la predisposición a las ITU por la obstrucción que
producen. Sin embargo, no todos los cálculos obstruyen, y los fenómenos irritativos
locales también pueden ser relevantes.
El reflujo tiende a perpetuar la infección al mantener una reserva residual de orina
infectada en la vejiga tras la evacuación. Es probable que el reflujo, sobre todo en
los niños pequeños, desempeñe un papel destacado en la producción de ITU altas
y en la cicatrización subsiguiente.
Los pacientes con vaciamiento incompleto de la vejiga por cualquier razón mecánica
(obstrucción del cuello de la vejiga, válvulas uretrales, estenosis uretral, hipertrofia
prostática) o disfunción neurógena (poliomielitis, tabes dorsal, neuropatía diabética,
lesiones medulares) son propensas a tener ITU frecuentes.
EPIDEMIOLOGIA DE LAS INFECCIONES DEL TRACTO URINARIO
Más de 95% de las ITU están causados por una sola especie bacteriana.
Hay una gran diferente entre la microflora bacteriana de la orina en los pacientes
con un episodio inicial de ITU y la microflora de los que tienen recidivas frecuentes.
E. coli es el microorganismo infeccioso más frecuente en la infección aguda.
En presencia de anomalías estructurales (como uropatía obstructiva, anomalías
congénitas, vejiga neurógena y comunicación fistulosa que afecta del tracto
urinario), aumenta mucho la frecuencia relativa de las infecciones por Proteus,
Pseudomonas, Klebsiella y Enterobacter spp., así como por Enterococos y
estafilococos.
El entorno hospitalario y los centros de cuidados crónicos son un determinante
destacado de la naturaleza de la microflora bacteriana en la ITU.
En los pacientes ingresados, los microorganismos que más se aíslan son Proteus,
Klebsiella, Enterobacter y Pseudomonas spp., así como estafilococos y
Enterococos, mientras que en los ambulatorios hay un mayor predomino de E. coli.
En los pacientes con sondas permanentes que han recibido tratamiento con
antibióticos se producen micosis (sobre todo por Candida spp.).
Staphylococcus saprophyticus tiende a causar infección en las mujeres jóvenes que
tienen relaciones sexuales y supone el 5-15% de los episodios de cistitis aguda en
Estados Unidos.
La prevalencia de bacteriuria en los varones adultos es baja (0.1% o menos) hasta
años más tarde, cuando aumenta. Es probable que el incremento de la bacteriuria
en los varones ancianos se relacione en parte con la enfermedad prostática y la
manipulación debido a ella.
Los varones homosexuales son un grupo de riesgo, probablemente debido al coito
anal.