REVISTA DE LA FACULTAD DE MEDICINA
Director, Profesor JORGE E. CAVELIER
VOL. IV
I
Bogotá, febrero de 1936.
ESTUDIO SEMIOLOGICO DEL ESPACIO
SEMILUNAR DE TRAUBE
PROFESOR AGREGADO EUDORO MARTINEZ G.
BOGOTA
DEr-INICION:
Se conoce con el nombre de Espacio Semilunar de Traube, una
región situada en la parte antero-inferior del tórax izquierdo, carac-
terizada en el individuo normal por la sonoridad timpánica que se ob-
tiene en la percusión.
LIMITES:
Los [imites de esta reglOn varían, según los autores:
Traube,
a quien se debe la primera
descripción,
lo limita así:
abajo el reborde costal y arriba una media luna que parte del quinto
() sexto .cartílago costal y termina en la novena o décima costilla. Su
anchura máxima es de siete a ocho centímetros.
J
occoud
le señala como límite: abajo el reborde costal, arriba la
sexta costilla o el sexto espacio intercostal.
Testut,
en su obra de Anatomía Topográfica, le describe los si-
guientes límites: abajo, el
1
eborde costal, y arriba una línea que parte
de la base del apéndice xifoide y termina en la novena o décima cos-
tilla. Su mayor altura es de nueve a once centímetros y su parte más
ancha de ocho a diez centímetros.
Hebert y Paillard,
le fijan como límite inferior el reborde costal
y
como límite superior una línea que parte de la unión del quinto
cartílago costal con el esternón y se termina en la novena o décima cos-
tilla, tres centímetros hacia fuera de la línea mamaria.
Sergent,
lo considera como un espacio convencional, cerrado en
su parte inferior por el reborde costal y en su parte superior por una
línea quebrada que parte de la unión de la sexta costilla al esternón,
sigue hacia fuera horizontalmente por el límite inferior del corazón,
desciende oblicuamente en los límites de la sonoridad pvlmonar
y
luégo
desciende verticalmente hasta encontrar la línea axilat en el reborde
costal, tocando la parte anterior del bazo.
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Revista de l~ F¡¡.cultad de Medicina.
ANATOMIA:
La superficie del espacio semilunar de Traube es convexa en su
parte anterior
y
cóncava
en su parte posterior. En la parte anterior en-
centramos la piel, el tejido celular subcutáneo, músculos, nervios
y
va-
sos de la región, la extremidad de la quinta, sexta, séptima, octava,
novena
y
décima costillas con sus correspondientes cartílagos, múscu-
los intercostales, vasos
y
nervios intercostales.
En la parte posterior se hallan algunos órganos de las cavidades
torácica
y
abdominal: las inserciones del diafragma, la pleura, el pul-
món izquierdo, la punta del corazón, la gran tuberosidad del estómago,
el ángulo izquierdo del colon, el lóbulo izquierdo del hígado
y
una
parte del bazo.
Las inserciones del diafragma
que interesan al espacio semilunar
de Traube se 'dividen en inseroionesJoondrales, cendro-costales, inter-
costales
y
costales.
Las inserciones condrales se hacen sobre el tercio medio del sépti-
mo cartílago en una extensión de cinco centímetros.
Las inserciones cendro-costales se hacen .por medio de lengüetas
en la extremidad anterior de la séptima, octava
y
novena costillas
r
en la parte correspondiente de sus cartílagos.
En las inserciones intercostales algunos haces además de la inser-
ción en la extremidad anterior de las costillas ya enumeradas, se fijan
en las arcadas fibrosas que se extienden del
vértice
de una costilla al
vértice de la costilla vecina, Ilenando así los espacios intercostales.
Las inserciones costales se hacen en la décima costilla.
La pleura:
el fondo de saco anterior de la pleura que baja
pOI
la cara posterior del esternón, al llegar al cuarto espacio intercostal,
se refleja bruscamente hacia la izquierda .pasando por la parte supe"
rior del espacio de Traube. ;
La punta del corazón
y
el borde
pulmonar,
forman el límite
SUPI)-
rior de dicho espacio, como vimos en los
Iímites.
descritos por Sergenl.
La gran tuberosidad del estómago,
ocupa todo el espacio semi-
lunar. Las relaciones del
ángulo
izquierdo
del colon
se deben a Su co-
locacién detrás del estómago.
El lóbulo izquierdo del hígado
recubre
iómago
precisamente en la parte inferior
Traube,
El bazo,
por su polo antero-inferior, limita la sonoridad de dicho
espacio en su parte posterior e inferior.
la gran tuberosidad del es-
e interna del espacio de
FISIOLOGIA:
La percusión del espacio semilunar de Traubeproduce un sonido
timpánico. Dicho sonido no puede ser de origen pulmonar, porque el
pulmón izquierdo apenas con su borde antero-inferior le forma. parte
.de su límite superior.
Volumen IV,
NQ 8,
febrero
1936.
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Los únicos órganos que pueden producirlo son el estómago
y
el
colon. El diafragma también interviene, pues según lo alto o bajo que
se encuentre, aumenta o disminuye la zona de sonoridad.
Según Sergent, para que dicho timpanismo exista, son necesarias
las siguientes condiciones:
1'1-
Integridad de las partes constituyentes y limítrofes del espacio
semilunar de Traube: pared costal, pleura, pulmón, corazón,
hígadn,
estómago, colon, bazo.
2'1-
Estómago y colon vacíos.
3l¡.
Tonicidad normal del diafragma.
PATOLOGIA:
Cuando se modifican las condiciones enumeradas, el espacio semi-
lunar de Traube puede ser aumentado,
disminuido
o suprimido.
Dos causas pueden aumentarlo :
1'1-
La distencié n gaseosa del estómago por fermentaciones o aero-
fagia, y
I
2'1-
La parálisis del diafragma izquierdo, consecutiva a los tumo-
res del mediastino.
En la disminución o desaparición del espacio semilunar de Traube
intervienen las siguientes causas:
Lesiones de la pared.
Afecciones del hígado.
Afecciones del estómago y del colon.
Afecciones del bazo.
Afecciones del corazón y del pericardio.
Afecciones del pulmé n izquierdo.
Afecciones de las pleuras.
Lesiones de la pared:
los tumores y las lesiones inflamatorias,
cambian el timpanismo por un sonido mate.
Afecciones del hígado:
cuando el hígado está aumentado de volu-
men, el lébulo izquierdo se coloca en el espacio semilunar; por consi-
guiente dicho espacio se disminuye o se suprime.
Afecciones del. estómago
y
del colon:
La repleción, los tumores
y las afecciones abdominales que repercuten sobre estos órganos, pue-
den disminuirlo o desaparecerlo.
Afecciones del bazo:
En las hipertrofias esplénicas se disminuye
el espacio, en su parte postero-ínferíor.
Afecciones del corazón
y
del pericardio:
Las hipertrofias del co-
razón y las pericarditis con derrame lo disminuyen en la parte supe-
rior e interna.
Afecei.ones del pulmón izquierdb:
en la neumonía, en la espleno-
neumonía y las demás afecciones en que se aumenta el volumen del
pulmón, ,lo disminuyen en la parte superior. Lo mismo sucede en las
afecciones crónicas, especialmente en la tuberculosis, cuando
evolucío-
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Revista de la Facultad de Medicina.
na en la regron pulmonar que corresponde al espacio o en aquellos
casos en que por distensión supletoria se modifican las funciones del
diafragma.
Afecciones de las pleuras. Pleura derecha:
los derrames líquidos
lo disminuyen en la parte inferior e interna. Esto se debe a que el híga-
do, por la presión del líquido, es rechazado hacia abajo y hacia aden-
tro, y el lóbulo izquierdo llega a ocupar el espacio semilunar. Extra-
yendo el líquido, el hígado vuelve a su posición normal y reaparece
el espacio semilunar. Igual sucede en los derrames gaseosos (neumo-
tórax) .
Pleura izquierda:
las pleuresías con derrame lo disminuyen o lo
desaparecen. Según Sergent, la cantidad de líquido no es la causa, sino
la
atonía del diafragma consecutiva al proceso inflamatorio de la pleu-
ra. Esto explica por qué en muchos derrames mayores de dos litros
persiste la sonoridad del espacio semilunar de Traube y explica tam-
bién por qué pasado cierto tiempo, los enfermos presentan un descenso
del límite superior del derrame, aparentando una disminución del lí-
quido, cuando en realidad es debido al descenso del diafragma, conse-
cutivo a la desaparición del proceso inflamatorio.
Hidrotórax:
el hidrotórax lo disminuye; excepcionalmente lo des-
aparece, precisamente porque no hay proceso inflamatorio de la pleura
diafragmática y el diafragma se conserva normal.
Estos datos son de grande importancia para el diagnóstico dife-
rencial entre la pleuresía con derrame y el hidrotórax.
Neumotórax:
el neumotórax y los pequeños derrames pueden dis-
minuírlo o desaparecerlo, cuando se examina al individuo sentado o
de pie. Reaparece cuando se observa al enfermo acostado, debido a la
nivelación de los gases y los líquidos.
Derrames enquistados:
los derrames enquistados de la pleura pUf.~-
den alterarlo cuando se hallan en la zona correspondiente.
Sínfisz1s:
Las sínfisis, cuando son delgadas y fragmentadas, en
nada lo modifican, pero cuando son gruesas y continuas lo disminuyen
o lo desaparecen.
En los casos de sínfisis, no reaparece el espacio semilunar cuando
se examina al enfermo acostado; signo de gran valor en el diagnóstico
diferencial con los pequeños derrames.
Las sínfisis gruesas son producidas en su mayor parte por la tu-
berculosis localizada en las serosas del diafragma, pleura y 'peritoneo
(perifrenitis ).
Por último, podemos agregar como causa de
macicez
del espacio
semilunar, la
inversión
de las vísceras. En este caso, el espacio se en-
cuentra en el lado derecho y el hígado en el lado izquierdo.
SISTEMAS DE EXPLORACION:
Con los datos anteriores se comprende que el aumento, disminu-
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cron o desaparición del espacio semilunar de Traube, desarrolla pre-
ciosos signos para el diagnóstico de las afecciones de los órganos que
lo forman
y
lo limitan; por lo tanto es indispensable, en muchos casos,
un examen cuidadoso de la región.
En su estudio clínico se emplean la
inspección,
la palpación, la
percusión, la auscultacié n, la función exploradora Y la radiología.
Por la inspección nos damos cuenta de su estado de abombamiento
o de depresión; si existen lesiones de la pared, tumores; el ritmo de
los movimientos respiratorios,
y
en algunos casos la situación de los
movimientos de la punta del corazón.
Por la
palpación,
complementamos los datos anteriores
y
nos ase-
guramos de que en dicha zona no deben percibirse vibraciones.
La percusión es el medio clínico más importante: debe obtenerse
un sonido timpánico.
Para realizarla es indispensable que el individuo se halle en ayu-
nas, Practicarla en el sentido longitudinal
y
en el sentido transversal,
primero en decúbito dorsal
y
luégo estando el enfermo sentado
y
de pie.
La auscultación nos
un signo negativo: no se debe oír murmullo
vesicular, salvo en el límite superior que pertenece a la región pul-
monar.
La punción exploradora, empleada en algunos casos, debe evitarse
hasta donde sea posible, por el peligro de lesionar órganos importan-
Les
y
por la facilidad de reemplazarla por las radioscopias.
Por la radiología se obtienen datos sobre el estado de todos los
é
rganos de la región.
BIBLIOGRAFIA
Testut
y
Jaccoud.-Anatomía
Topográfica.
Barlaro.-Lecciones
de Patología Médica.
Sergent.-Lecciones
Clínicas.
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