
2.4 Coriat “El taller y el cronometro”
El obrero de oficio heredero de los secretos del gremio, sigue siendo condición ineludible, la figura necesaria de la
manufactura. La industria en su conjunto, y como tal, depende de él.
Se puede ver a estas prácticas como la generalización de la resistencia obrera constituida en torno al oficio.
Generalización pero también eficacia de la organización obrera.
En EE.UU. tierra nueva y casi sin herencia, penuria de mano de obra calificada y eficacia del sindicalismo de oficio, se ve
allí no como condición de la industria sino como obstáculo a la acumulación de capital.
Según Coriat el obrero de oficio era un obstáculo para la acumulación de capital porque manejan los tiempos de
producción, conoce y domina la forma de hacer el trabajo. Esto ocurre porque los obreros eran pocos, además tienen el
monopolio del saber (Endotecnia) y del hacer por esto controlan el tiempo, ya que se guardan el oficio como patrimonio
familiar (se transmite por heredad), luego de la disolución de los gremios. El obrero de oficio es la piedra angular ya que
es el único que puede realizar un trabajo de manufactura, conoce casi todo el proceso productivo.
La organización obrera por excelencia fue la AFL (American Federation of Labor) conjunto más o menos estructurado y
homogéneo de “uniones” profesionales. La afiliación tenía un carácter estrictamente de oficio.
Los sindicatos le imponen al capitalista la forma en que se debe llevar a cabo el trabajo, tiempo requerido por cada tipo
de pieza y las tarifas sindicales. También asegura un constante aprovisionamiento de mano de obra, decidiendo quien
entrara en cada fábrica.
Practicas pre-tayloristas.
1) Introducción de la Maquina Universal: para disciplinar al obrero. Mediante la implementación de la maquina va a
ganar y producir más, ya que se produce una reducción de costos de fabricación, se va a necesitar menos mano de obra
cara (especializada), un solo obrero la maneja. Hay un aumento en el ritmo de trabajo, ya que este no se hace con
esfuerzos musculares. La máquina además de ser productiva, regula y somete a los trabajadores.
Este reemplazo del obrero por la máquina, es una inspiración, solo una idea, dada la tecnología de aquella época. Su
principal objetivo era tratar de controlar los tiempos de produccion.
2) Trabajo de niños: contratan a los niños para romper con la resistencia obrera, ya que estas eran más fáciles de
manejar y se les paga menos. Son más hábiles que los hombres, y por lo tanto más útiles para la fábrica, debido a la
flexibilidad de su cuerpo.
Eran los únicos aptos para realizar determinados trabajos debido a la finura de sus dedos, la pequeñez de su estatura y
de sus miembros. Se les pagaba 4 a 5 veces menos que a los adultos. La mayoría de los niños eran huérfanos,
abandonados o inmigrantes. Se los podía retener en la fábrica de manera permanente, además comienza a aprender un
oficio.
Una ley de 1841 los hace asistir a las escuelas. Se intenta afirmar una política que prepare una generación nueva:
cuerpos protegidos de un desgaste precoz. Esta regulación del trabajo fue para garantizar mano de obra futura.
3) Trabajo a Destajo: Ni la máquina, ni el trabajo de mujeres y niños, podia suplirlo todo, siendo necesario recurrir al
trabajador de oficio para ciertas obras. El sistema a destajo fue una de las practicas más eficaces.
El destajista (obrero de oficio subcontratista) contrata a otros obreros para que ejecuten el trabajo que se les ha
encomendado a ellos, pagándoles por día y por pieza realizada sin intervención del patrón. Con esto, pone en contra a
los obreros de oficio entre sí, haciendo que unos manden a otros. El destajista evita riesgos al contratista por su
conocimiento de los hombres y de su oficio.
El destajo sirve para dividir y organizar el trabajo. El destajista fue desterrado del sindicato por traición a su clase.
Se desterró al destajista mediante una ley para tratar de controlar los conflictos, pero no hace desaparecer el destajo del
todo. Esta práctica deja de ser rentable cuando aparece el Taylorismo.
Practicas tayloristas.
El Taylorismo no busca el medio de soslayarlo como la máquina, ni de estimularlo como los sistemas salariales, ni de
dirigirlo contra si mismo como el sistema a destajo; sino que busca el medio de destruirlo como tal.
La ecuación tayloriana: Quien domina y dicta los modos operatorios se hace también dueño de los tiempos de
producción. Este saber en manos del obrero se convertirá en “holganza sistemática”.
El taylorismo, mediante prácticas tayloristas, logro destruir al obrero de oficio y con el cronometro estudia los modos
operatorios (cuánto tarda en hacer cada cosa), le puede poner un tiempo a cada acción. Esto es lo que se conoce como