
• Células oscuras, también conocidas como células intercalares. Aparecen en una cantidad menor.
Tienen muchas mitocondrias y su citoplasma es de aspecto más denso. En la superficie apical hay
micropliegues y también microvellosidades. Las células no tienen repliegues basales pero sí
interdigitaciones con células vecinas. Las células intercalares participan en la secreción de
protones o bicarbonato, dependiendo de si los riñones necesitan excretar ácidos o álcalis.
Las células de los conductos colectores gradualmente se tornan más altas conforme los conductos
pasan de la médula externa a la médula interna y se convierten en cilíndricas en la región de la papila
renal.
La permeabilidad al agua del epitelio de los conductos colectores está regulada por la hormona
antidiurética (ADH). La ADH aumenta la permeabilidad del conducto colector al agua, lo que produce
una orina más concentrada. La ADH se une a receptores de las células de estos túbulos y desencadena la
translocación de vesículas intracitoplasmáticas con AQP-2 hacia la superficie celular apical. Esto
acrecienta la permeabilidad del epitelio al agua. En ausencia de ADH se produce una orina diluida muy
abundante.
CÉLULAS INTERSTICIALES
El tejido intersticial es el tejido conjuntivo del parénquima renal y rodea los nefrones, los conductos y
los vasos sanguíneos y linfáticos. La cantidad de este tejido aumenta desde la corteza hasta la región
interna de la médula, donde puede alcanzar más del 20%.
En el tejido intersticial de la corteza hay células parecidas a fibroblastos, que producen colágeno y
GAG. Algunas también producirían eritropoyetina. También hay macrófagos y células dendríticas.
En el tejido intersticial de la médula encontramos las mismas células que en la corteza pero algunos
fibroblastos tienen lípidos en su citoplasma. Se disponen en forma perpendicular a los vasos y tubos y
producen prostaglandina E2 que disminuye la presión sanguínea.
IRRIGACIÓN SANGUÍNEA
Cada riñón recibe una rama de la aorta abdominal que se denomina arteria renal. La arteria renal se
ramifica dentro del seno renal en las arterias interlobulares, que se introducen en el parénquima del
riñón. Las arterias interlobulares transcurren entre las pirámides hasta la corteza y luego siguen un
trayecto a lo largo de la base de la pirámide entre la médula y la corteza. Estas arterias interlobulares se
designan arterias arciformes.
Las arterias interlobulillares son ramificaciones de las arterias arciformes que ascienden a través de
la corteza hasta la cápsula. Emiten ramas llamadas arteriolas aferentes.
Las arteriolas aferentes dan origen a los capilares que
forman el glomérulo. Los capilares glomerulares se reúnen
para formar una arteriola eferente. La distribución de
estos capilares difiere según provengan de glomérulos
corticales o de glomérulos yuxtamedulares.
• Las arteriolas eferentes de los glomérulos corticales
dan origen a una red capilar peritubular.
• Las arteriolas eferentes de los glomérulos
yuxtamedulares dan origen a los vasos rectos.
El flujo venoso en general sigue el trayecto inverso del
flujo arterial, por lo tanto:
• Los capilares corticales peritubulares drenan en
las venas interlobulillares, que a su vez drenan en
las venas arciformes, las venas interlobulares y,
por último, la vena renal.
• La red vascular medular drena en las venas
arciformes y así sucesivamente.