ETAPA DE LATENCIA
Este periodo se encuentra entre la niñez y la adolescencia. Es una etapa relativa en la que se
detiene la investigación sexual infantil. Se vive un periodo en el que, debido a la represión ya
existente, se vive una especie de amnesia infantil. La sexualidad volverá a aparecer en la pubertad.
ETAPA GENITAL
Esta etapa ocurre al momento en el que el cuerpo experimenta cambios físicos, por lo que los
genitales son el interés central de los individuos. La pubertad es una etapa que muchos describen
como difícil, pues hay muchos cambios tanto físicos como psíquicos que pueden ser invasivos.
Durante muchos años el tema de los cambios en el cuerpo y de la sexualidad eran ignorados por
los padres, a quienes les resultaba más fácil evitar el tema, sin embargo, en años más recientes se
ha visto la importancia de mantener una discusión abierta con los jóvenes para que puedan
aclarar dudas y así no tengan traumas en la vida adulta.
ETAPA ORAL → el bebé conoce su entorno a través de su boca.
ETAPA ANAL → surge el deseo de apoderarse del objeto así como el control de esfínteres.
ETAPA FÁLICA → los niños se dan cuenta de las diferencias entre sí por medio de la vestimenta y los genitales.
ETAPA LATENTE O DE LATENCIA → es el punto entre la niñez y la adolescencia
ETAPA GENITAL → ocurre durante la pubertad y se experimentan cambios físicos y psíquicos
CARACTERÍSTICAS DE LA SEXUALIDAD INFANTIL.
- AUTOERÓTICA (su objeto se encuentra en el propio cuerpo)
- PULSIONES PARCIALES QUE ASPIRAN A CONSEGUIR PLACER desconectadas entre sí
III METAMORFOSIS DE LA PUBERTAD
Con el advenimiento de la pubertad se introducen los cambios que llevan la vida sexual infantil
a su conformación normal definitiva.
Freud dice que la pulsión sexual era, hasta entonces, predominantemente autoerótica. Ahora,
sin embargo, la pulsión sexual encuentra al objeto sexual; hay una nueva meta sexual, que para
alcanzarla, todas las pulsiones parciales que hasta entonces estaban separadas (trabajando de
forma autónoma e independientes unas con otras) ahora cooperan, se unifican.
Puesto que la nueva meta sexual asigna a los dos sexos funciones muy diferentes, su desarrollo
sexual se separa mucho en lo sucesivo.
La nueva meta sexual consiste para el varón en la descarga de los productos genésicos. En modo
alguno es ajena a la anterior, al logro de placer; más bien, a este acto final del proceso sexual va
unido el monto máximo de placer. La pulsión sexual se pone ahora al servicio de la función de
reproducción; se vuelve, por decirlo de alguna manera, altruista.
Se ha escogido como lo esencial de la pubertad lo más llamativo que presenta: el crecimiento
manifiesto de los genitales externos, que durante el período de latencia de la niñez había
mostrado una relativa inhibición. Al mismo tiempo, el desarrollo de los genitales internos ha
avanzado hasta el punto de poder ofrecer productos genésicos, o bien recibirlos, para la gestación
de un nuevo ser. Así ha quedado listo un aparato en extremo complicado, que aguarda el momento
en que habrá de ser utilizado. Este aparato, cabe aclarar, debe ser puesto en marcha mediante
estímulos. Entre los múltiples signos corporales se sitúa en primer término una serie de
alteraciones en los genitales que tienen un sentido indubitable: la preparación, el apronte para el
acto sexual (la erección del miembro masculino, la humectación de la vagina).
Freud dice que todas las perturbaciones patológicas de la vida sexual han de considerarse como
inhibiciones del desarrollo.
Distingue dos TIPOS DE PLACER. El PLACER PREVIO, que es el provocado por la excitación de
zonas erógenas, y el PLACER FINAL que es el producido por el vaciamiento de las sustancias
sexuales.